El miedo es una emoción universal en seres humanos y en animales y, tanto en unos como en otros, se vuelve un problema cuando el miedo no es una emoción puntual, sino una forma de ser prolongada en el tiempo.
Hoy quiero tratar el miedo a las personas que desarrollan algunos cachorros, cómo evitarlo y en caso de que ya esté establecida cómo solucionarlo, puesto que un cachorro que vive con miedo no es un cachorro feliz, viviendo en continua ansiedad y siendo capaz de agreder para defenderse, de alguien a quien considera una amenaza, aunque ese alguien solo tenga buenas intenciones con él.
Para empezar, es fundamental que en cuanto observes alguna conducta de miedo en el cachorro que pueda perdurar en el tiempo, le pongas solución cuanto antes, así evitarás que tu cachorro se convierta en un perro adulto miedoso y susceptible de ir atacando a todas las personas que le den miedo.
Existen tres razones básicas por las que un cachorro desarrolla miedo:
Una razón genética: un pequeño número de cachorros nacen genéticamente con miedo. Me sabe mal decir que estos cachorros no pueden ser rehabilitados porque el miedo viene grabado en los genes, por lo que si es el caso de tu cachorro debes evitar que ese miedo se agrave o se expanda a otras dimensiones (por ejemplo, no es lo mismo tener un cachorro que se asusta por todo, que un cachorro que es asustadizo pero empieza a desarrollar fobias a entrar a la cocina porque una vez se te cayó una olla, una fobia al teléfono porque una vez sonó más fuerte de lo normal, etc.). Este tipo de miedo se puede menguar educando a tu cachorro en la confianza y seguridad de tu hogar, o bien, con fármacos para mitigar la ansiedad, e incluso con flores de Bach.
Una razón social: entre los 2 y los 4 meses todos los cachorros pasan por el periodo de sensibilización social. Esto significa que los cachorros que durante este tiempo no se socializan con todo tipo de personas (niños, bebés, adultos, ancianos, altos, bajos, gordos, flacos, etc.) tienen muchas posibilidades de desarrollar miedo a animales, sonidos y personas con las que no ha interactuado. Es fundamental que todos los propietarios, independientemente de la prohibición del veterinario a que no salga de casa hasta la última vacuna, presenten todo el entorno a su cachorro, para que se empape y asimile todos los olores, ruidos, animales y personas que le rodean. Los fallos en la socialización son muy difíciles de corregir, aunque su pronóstico es mejor cuanto más joven sea el cachorro y menos complicado sea el problema. Una vez que pase este periodo, ya será demasiado tarde. Este tipo de miedo puede solucionarse desensibilizando al cachorro.
Una razón traumática: muchos cachorros en sus primeros meses tienen la mala fortuna de caer en manos de personas insensibles que los maltratan, por lo que desarrollan una conducta fóbica hacia las personas. En estecaso, la desensibilización es la mejor solución.
Cuando hablo de desensibilización, me refiero a romper con la fobia del perro, desensibilizándolo. ¿Qué significa? Hay que darle la vuelta a la tortilla: hay que enfrentar al cachorro a su miedo, en este caso, a las personas de forma positiva. Empieza pidiendo a personas desconocidas que se acerquen con mucha calma a tu cachorro con una chuche y caricias. Es un proceso lento, pero tu cachorro debe empezar a romper con el binomio persona=amenaza y construir el binomio persona=amor, y solo podrá construirlo con tu ayuda.
No es un proceso fácil, por eso, consulta con el veterinario la posibilidad de que este proceso de desensibilización pueda realizarse con ayuda de algún fármaco, o con flores de Bach, para apaciguar en la medida de lo posible la ansiedad que crean las personas en el cachorro, evitando su sufrimiento o el ataque a alguna persona.