Muchos propietarios utilizan esta práctica para castigar a su cachorro, o bien, lo dejan viviendo en estas condiciones el resto de su vida, porque el cachorro se ha vuelto un perro agresivo y debe continuar atado para evitar accidentes.
La falta de conocimiento sobre esta práctica hace pensar a los propietarios que están ejerciendo un bien, cuando la realidad es totalmente opuesta y es que están ejerciendo un maltrato en toda regla.
Como propietario debes saber que un cachorro atado o encerrado en una parcela, tiene todas las papeletas para volverse agresivo, es más, si un propietario ata a su cachorro o lo deja encerrado en una parcela debido a que muestra alguna que otra vez algún signo de agresividad, atándolo o encerrándolo sin salir en una parcela lo único que conseguirá es agravar la situación.
En varios artículos lo he comentado: la mayoría de problemas de agresividad, destrozos en casa o ladridos excesivos, se deben a una sola causa, y es la falta de ejercicio físico. El perro es un animal que necesita hacer ejercicio físico diariamente, porque mediante el ejercicio físico liberará toda la energía acumulada. Esa energía que acumula es resultado tanto de los descansos que hace a la largo del día y la noche, como de las situaciones que le provocan estrés, por lo tanto, mantener a un cachorro atado me parece una aberración.
De la misma manera, advierto a aquellos propietarios que tienen un cachorro en una parcela. Por muy grande que sea la parcela, si siempre está encerrado desarrollará agresividad.
El cachorro necesita explorar nuevos territorios, nuevos olores, correr por zonas nuevas, pasear a tu lado. No olvides que es un ser social, que estando atado o encerrado en completa soledad, lo único que conseguirás es desarrollar en él muchísima tristeza y agresividad.
Es tan fácil como ponerse en su lugar: ¿cómo te sentirías tú estando atado toda tu vida?, ¿cómo te sentirías estando encerrado en la misma parcela toda tu vida, sin poder socializarte con tus iguales diariamente, sin poder conocer otros entornos?