El cuidado de los dientes de tu mascota debe comenzarse cuando todavía es una cría. Ello permitirá educarlo correctamente para que acceda al cepillado y a las inspecciones en su boca. Por esto, se debe arrancar a los seis meses cuando ya tiene la dentadura defnitiva.
Además, tanto a perros como gatos hay que hacerles una profilaxis dental cuando comienzan a tener un poco de sarro dental. De este modo, servirá de prevención ante la gingivitis, la periodontitis y las infecciones bacterianas.
De forma paulatina, en cada baño recomiendo practicar cepillados sencillos con pasta dental especial para animales. Ello ayuda a la limpieza frecuente de zonas donde solamente el cepillo puede llegar.
Lógicamente, no se puede utilizar la pasta de dientes de los seres humanos, ya que como los animales la tragan este material puede llegar a provocarles lesiones en el estómago. Así, existen pastas dentales inofensivas y con sabores para favorece la limpieza. Asimismo, en las clínicas veterinarias se venden cepillos dentales largos y con cerdas más pequeñas.
Por otro lado, existen muchos huesos sintéticos y juguetes para masticar diseñados para fortalecer las encías y dientes de los perros. Hay huesos sintéticos y comestibles que a ellos les gustan porque llevan un sabor muy rico.
Por último, no hay que olvidar la nutrición. Una comida balanceada en croqueta es una de las primeras recomendaciones para los amos, incluso se vende un alimento desarrollado específicamente para reducir la formación de sarro.