El teckel o perro salchicha tiene una peculiar fisonomía debido a una mutación genética que se conoce como bassetismo, esta dota a los ejemplares de unas extremidades muy cortas en relación a su cuerpo; su cabeza es alargada, tanto si la vemos de perfil como por arriba con un cuello musculoso y largo con una piel bien pegada y sin papada.
La línea superior de su cuerpo es armoniosa, extendiéndose desde la nuca hasta la grupa; visto de frente, su tórax tiene forma ovalada, aunque visto de lado o desde arriba es amplio para garantizarle un desarrollo del corazón y pulmones excelentes; en cuanto a su cola, no se implanta demasiado alta para que se prolongue con la línea de la espalda.
Con respecto a su carácter, este perro es ideal para vivir en una casa, aunque no su apariencia no debe engañarnos, ya que se trata de un perro activo y muy valiente que hará de su casa un territorio el cual defenderá en consecuencia; con los niños es divertido pero deberemos tener cuidado con los más pequeños para que no lo molesten en exceso. Los adjetivos que mejor le definen son; fácil de cuidar, valiente, sentido de la diversión, fiel, cariñoso, guardián de ladrido fuerte, testarudo y agresivo con desconocidos.