Todos hemos escuchado alguna vez o muchísimas veces que los perros pueden comer perfectamente huesos, que lo llevan haciendo toda la vida sin que murieran por ello y que porqué no se va a continuar ofreciendo este tipo de alimentación. Además, no sólo es una creencia que viene desde lejos sino que la imagen que vemos en los dibujos animados y en otros lugares de referencia siempre nos muestra a un perro mordiendo un hueso con cara de satisfacción, por lo que parece lo más normal y habitual.
Desde hace unos años algunos veterinarios han comenzado a dar la voz de alarma respecto a este tipo de hábito asegurando que pueden acarrear consecuencias graves para la salud de las mascotas como alteraciones dentales, daños en el paladar o incluso atascos intestinales que pueden traer importantes consecuencias para su salud.
Esto ha producido una gran disputa a diferentes niveles de la sociedad en dueños de mascotas pues apuestan por este tipo de alimentación o incluso se ha llegado a mencionar que lo único que se busca es que se consuman los piensos comerciales, piensos que en algunos casos se ha demostrado que no son tan saludables o que su composición es dudosa. Otros apuestan por una alimentación casera en la que hacen más comida y hay otro pequeño más a la mesa.