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15 octubre 2008

Intoxicación en Perros

Los perros tienen gustos muy diversos, por lo que las plantas del jardín, los productos químicos e incluso el jarabe para la tos pueden resultarle tan apetitosos como un bol lleno de comida. Por desgracia, su sentido común no esta tan desarrollado como sus papilas gustativas, razón por la que muchos perros sufren de intoxicaciones. La causa más habitual son los pesticidas y los medicamentos. Los pesticidas suelen dejarse a su alcance, la gente el guarda en el garaje, por lo que los perros pueden acceder a ellos con facilidad. Los medicamentos son la segunda causa más habitual de intoxicación ya que también se dejan en cualquier sitio.

La intoxicación grave resulta espeluznante. Sucede rápidamente y los síntomas son muy variados, según el veneno. Lo cierto es que, una vez que aparecen los síntomas, dispone de poco tiempo para salvarle la vida. En algunos casos lo que usted haga antes de ir al veterinario puede ser tan importante como lo que sucede una vez en la consulta.

Consejos de los veterinarios en caso de intoxicación:

Identifique el veneno:

Cuanta mas información pueda darle al veterinario, menos tiempo tardara este en aplicarle el tratamiento adecuado. Por esta razón, merece la pena tratar de averiguar que ha ingerido su perro.

Huela su aliento:

Los derivados del petróleo como la gasolina y el queroseno desprenden un olor fuerte y especial que se distingue fácilmente en el aliento.
Observe si hay hemorragia: Los perros que sangran por la boca, la nariz o el ano pueden haber injerido raticidas. Estos contienen warfarin, un producto químico que provoca hemorragias.

Observe su boca:

Si las encías y los labios presentan un color rojo brillante, puede haber estado expuesto a monóxido de carbono.

Busque el causante:

Eche un vistazo por la casa y el jardín en busca de paquetes vacíos cuyo contenido fuera algo venenoso. Mire si faltan medicamentos en el baño o en su bolso.

Mire en la despensa:

Alguno de nuestros alimentos, sobre todo el chocolate, son perjudiciales para los perros. El chocolate fundido contiene altos niveles de un compuesto toxico para los perros llamado teobromina. Bastan 110gr. Para intoxicar a un perro de 14 Kg.

Lleve las pruebas consigo:

Cuando este seguro de qué ha ingerido su perro, meta en una bolsa la sustancia restante y llévesela al veterinario. Las etiquetas de los productos incluyen información muy importante sobre los ingredientes y, en algunos casos, sobre los primeros auxilios. Si comunica dicha información previamente a su veterinario, este estará preparado.
La intoxicación no siempre causa vómitos, pero si es así, recoja una muestra y póngala en una bolsa de plástico. Tal vez su veterinario la necesite para analizarla y saber así que ha consumido exactamente su perro.

Purgue el veneno:

En muchos casos de intoxicación lo mejor es provocar el vomito del perro. Esto se debe hacer solo si:

1) Está seguro de que ha ingerido el veneno durante esa última hora.
2) Está seguro de que el veneno no es un álcali fuerte, un acido o un derivado del petróleo
3) Su perro esta consciente y alerta.

La manera mas fácil de provocar el vomito es darle agua oxigenada (una solución del 3%).Déle una cucharada por cada 7 ó 9 Kg. de peso. Introduzca el líquido en una jeringa sin aguja e inserte la punta en la parte lateral de la boca de su perro, justo detrás de los colmillos. Deje que el liquido se introduzca poco a poco; si su perro cierra la boca es que lo esta haciendo demasiado rápido. La mayoría de los perros vomitaran a los cinco minutos.

No obstante, si la primera vez no funciona, inténtelo de nuevo. Si su perro sigue sin vomitar, no haga nada más hasta que llegue el veterinario. Intente darle huevos o leche cuando no pueda provocarle el vomito, para aliviar el ardor y así neutralizar el estomago.

Via: aperrados

El perro más alto del mundo

El perro más grande del mundo con vida registrado por el guinnessworldrecords se llama Gibson y mide exactamente 107 cm. de estatura. Este record se registró el año 2004 y desde entonces nadie ha sido capaz de quitarle el titulo de ser el perro vivo más alto del mundo.

Este Gran Danés Arlequín es propiedad de Sandy Hall de Grass Valley, California, EE.UU. y ha participado en numerosos eventos mostrando su gran tamaño. Según he podido leer cuando este pequeñín cuando se pone en dos patas alcanza una estatura de 2,13 metros.

¡¡¡Es más alto que yo!!!

Via: aperrados

Mi gato o mi pareja

Si tu gato estuvo acostumbrado durante muchos años a ser el centro de tu atención, la llegada a tu hogar de una nueva pareja podría acompañarse de cambios en su comportamiento.

Los gatos pueden ser la mejor compañía para aquellas personas que viven solas. Delicadas, mansas, y amigables, estas mascotas podrían lograr establecer un muy fuerte vínculo con quienes necesiten de una compañía en su hogar.

Sin embargo… ¿Qué sucede cuando, luego de formada esta férrea relación, otra persona llega para convivir en el hogar? - Más de una vez, se han visto casos que vuelven a formar pareja, ante lo cual sus gatos adoptan todo tipo de reacciones adversas, como por ejemplo orinar por todas partes.

Parecería obvio que estos actos son una muestra directa del odio o celos que los gatos sienten hacia los nuevos huéspedes, pero, dando por supuesto que el animal no se saldrá con la suya, y no lo elegiremos por sobre nuestra nueva pareja… ¿habrá alguna forma de solucionar esto sin tener que desprendernos de la fiel mascota que tanto ayudó en los momentos de soledad?

Primero y principal, debe saber que existe la probabilidad (que no es baja) de que el gato, en realidad, no odie a su pareja, sino que haya otros dos factores que estén influyendo en esta conducta: en primer lugar, su natural necesidad de marcar su territorio frente a la llegada de otros seres, y en segundo, un aumento del estrés y el nerviosismo, a causa de la llegada al hogar de una persona nueva, y por consecuencia de una nueva rutina de vida. Tanto la primera como la segunda condición, o ambas, podrían provocar estas conductas.
Por cierto que, además, la llegada de la nueva persona al hogar podría ser sólo una coincidencia, y de hecho el gato podría tener este comportamiento por otros motivos, sobre todo si ya ha dado alguna señal del mismo en el pasado.
Si sospecha que, efectivamente, este podría ser el caso, debería llevar a su gato a un veterinario cuanto antes, ya que el mismo podría estar sufriendo de alguna condición médica, como una infección o incluso diabetes, que lo lleven a comportarse de este modo, y el hecho de que otra persona haya llegado al hogar sea tan sólo una mera coincidencia.

Pero si comprueba que, efectivamente, es la llegada de su nueva pareja la que está modificando la conducta, probablemente sí estemos hablando de un problema de celos, estrés y territorio.
Para esto también podría concurrir a su veterinario, con el objetivo de consultar sobre la posibilidad de suministrar a su gato una medicina ansiolítica suave, y ver cómo lograr limitar el territorio a un área más pequeña, que le permita aclimatarse más gradualmente al nuevo ritmo de vida.

En este último caso, asegúrese de que en ese lugar, el gato tenga alimento, agua, juguetes, una caja sanitaria, y algo lugar para rasguñar. Además, no olvide pasar un tiempo con él todos los días, para acariciarlo y juguetear.

A los gatos les puede costar mucho adaptarse a los cambios, pero si logra ordenarle un poco su nueva vida, le hará un gran bien.
Una vez que su gato empiece a sentirse más cómodo en el nuevo ámbito hogareño, que incluirá la presencia de su pareja y otro tipo de nuevas rutinas, seguramente aceptará mejor los cambios, y se podrá permitir una mayor libertad.

Con todo, asegúrese de que cualquier área que el gato haya marcado previamente, haya sido limpiada completamente con un limpiador enzimático, para evitar que el gato vuelva a sentir su olor, y, consecuentemente, a marcarlo.
La paciencia es un elemento clave - Lo importante será que tanga paciencia con el gato, ya que, con el tiempo, muy posiblemente encontrará la forma de adaptarse y superar esta transición.

Para el caso de que pasen más de uno o dos meses, y usted no vea ninguna mejoría en la conducta del animal, consulte a su veterinario para saber si existe alguna otra forma de solucionar este problema, posiblemente mediante un programa hecho a la medida del caso específico que usted le presenta.

Via: foye

08 octubre 2008

Periodos de ciclo sexual felino

¿Cuántas veces hemos perdido los nervios con nuestra mascota felina cuando ésta en celo? Esto es algo habitual. Y es que la sexualidad del gato se caracteriza por ser muy fuerte y acentuada por la frecuencia de los periodos de celo en las hembras. Éstas no paran de maullar y de restregarse contra nosotros pidiéndonos con sus gestos y ronroneos que las acariciemos y las tratemos con cariño. Este tipo de acciones pueden llegar a resultarnos molestas si la gata insiste. Pero esto no termina aquí.


Existen, además, otro tipo de manifestaciones mucho más incómodas, tales como orinar en las esquinas de la casa. Las gatas son hembras poliéstricas estacionales que alcanzan la madurez sexual en torno a los seis meses de vida y se siguen desarrollando hasta los nueve o diez. En cuanto a los machos, éstos son mucho menos adelantados, no completando su predisposición para la reproducción sexual hasta que no llegan casi al año de vida. El apareamiento de los felinos domésticos sigue una serie de reglas y condiciones, por ejemplo, es conveniente que, si decidimos aumentar la familia de nuestra gata, elijamos para ello a un gato que haya madurado sexualmente de forma completa, es decir, que tenga más de un año.

También tenemos que ser conscientes de que es mejor esperar, para que la monta sea efectiva, que nuestra gata tenga ya nueve o diez meses. Hay que ser completamente inflexible en cuanto a esta recomendación: las relaciones entre ejemplares excesivamente jóvenes no es aconsejable. Además, siempre necesitaremos contar con un ejemplar que cuente con experiencia, ya sea hembra o macho.

Factores genéticos y ambientales
Las diferencias entre sexos también son notables en cuanto a las apetencias sexuales de los gatos. Mientras que los machos son capaces de aparearse siempre, las hembras necesitan experimentar periodos propicios que se hacen presentes con la aparición del celo cada dos o tres semanas. Si observamos el comportamiento de nuestra mascota a lo largo de todo el año, nos percataremos de que las épocas álgidas de celo tienen lugar entre los meses que van de septiembre a marzo, siendo las estaciones de apareamiento más habituales la primavera y los comienzos de la temporada estival. Dejando al margen esta franja de tiempo, lo cierto es que el celo en las hembras se mantiene más o menos ininterrumpidamente durante todo el año, si bien su frecuencia es aleatoria.

Existen varios factores determinantes en cuanto a la activación óptima del sistema hormonal como, por ejemplo, la duración del día, la temperatura ambiente y, por supuesto, la presencia de otros gatos dentro del mismo recinto. Uno de los aspectos que favorecen más el comportamiento especial de las hembras durante el celo, se refiere al lugar donde éstas viven y la luz recibida. El calor de la calefacción, la rica y completa alimentación, la temperatura agradable dentro de los pisos y, sobre todo, el cariño que las proporcionamos, son factores que contribuyen de modo particular a una mayor insistencia y acercamiento de nuestra gata hacia nosotros. Las mascotas que viven dentro de casa con luz artificial pueden estar en celo todo el año, incluso en invierno y, como dato curioso, señalar que los ejemplares del hemisferio sur tienen su ciclo opuesto al de los del hemisferio norte.

El celo depende también de las diferentes razas de gata. La variación más sorprendente es la que hay entre hembras de pelo corto y hembras de pelo largo. Por ejemplo, las siamesas pueden tener su primer ciclo de fertilidad contando con sólo cinco meses y, por el contrario, en el tipo persa, el celo puede aparecer por primera vez a los diez meses de vida. Pero las diferencias no sólo son observables entre las razas; también nos percatamos de ellas entre gatas de la misma camada, sobre todo, en cuanto a duración del periodo del celo. A veces, la sintomatología de las cuatro fases del ciclo se solapan, volviéndose imposible determinar el momento idóneo para la concepción, si bien la citología vaginal realizada por un veterinario, puede ayudarnos a encontrar ese momento óptimo.

Los cuatro periodos del ciclo sexual
Tal como hemos anunciado, el ciclo reproductivo en los gatos se divide en cuatro fases fundamentales: proestro, estro, metaestro y anestro. Dentro de cada fase encontramos características que lo definen de forma particular.
La primera etapa del celo se llama proestro y tiene una duración de entre uno y tres días. El apetito de la gata aumentará sensiblemente y el cariño hacia el amo también aumenta. En estos días, la vulva de la hembra se hace ligeramente más grande y nos puede dar la sensación de verla húmeda, pero es apenas notable. Los maullidos son más agudos y cortos. El animal se mostrará inquieto y comenzará a insinuarse a los machos, pero no se dejará montar. Esta etapa también se conoce como 'etapa del cortejo'.

El denominado estro, es el nombre bajo el que se enmarca la segunda de las etapas del ciclo reproductivo. El estro se caracteriza fundamentalmente porque es el periodo de receptividad sexual, el celo en sí mismo. Su duración es de cuatro a seis días si el apareamiento tiene lugar, y de diez a catorce si éste no acaece. Los maullidos son mucho más altos y más fuertes, siendo los cambios en su conducta más bruscos y apreciables. Nuestra gata durante el estro utiliza la llamada de su maullido para atraer al posible macho y en ocasiones, estos gritos pueden dar miedo a los dueños novatos, ya que les lleva a pensar que su animal de compañía está sufriendo.

Metaestro es el nombre que recibe la etapa siguiente al estro y carece apenas de rasgos diferenciadores debido a su breve tiempo de duración, tan sólo 24 horas. De hecho, algunos especialistas la incluyen directamente dentro de la segunda etapa. El metaestro hace que la gata rechace a todos los machos que intenten acercarse a ella y, además, de forma agresiva. La evolución de la gata dependerá de lo acaecido en la etapa anterior, así pues, estará preñada o no según el éxito de la monta del macho.
Por último, la etapa final recibe el nombre de anestro, que es cuando el ciclo sexual está en descanso hasta el próximo, que aparecerá en, más o menos, dos meses.

Comportamiento de la gata en celo
Si alguno de nuestros lectores tiene como animal de compañía una gata, sabrá perfectamente que existen momentos en los que nuestra mascota realiza una serie de acciones que al principio pueden extrañarnos, pero que después se vuelven costumbre, e incluso pueden llegar a colmar nuestra paciencia. La receptividad es la característica esencial con la que podríamos definir la conducta de las gatas a partir de los seis meses. Estas se muestran más cariñosas y juguetonas de lo habitual, se acercan mucho más a nosotros, nos buscan con la mirada y con sus maullidos, los cuales pueden llegar a asustarnos si no estamos acostumbrados, pues en épocas de mayor inclinación sexual, se tornan muy intensos y sobrecogedores.

La orina representa uno de los principales problemas con los que tenemos que enfrentarnos cuando llega el periodo fértil. Algunos de los que conviven a diario con esta incidencia ya se han acostumbrado, pero para la mayoría de las personas que cuidan de una gata, llegan a desesperarse ante este comportamiento. El problema al que nos estamos refiriendo es que, durante el celo, la gata suele orinar por la casa sin ningún pudor, ya sea en las esquinas, en los vértices donde confluyen los rodapiés, en una despensa o en cualquier rincón escondido.

Existen, además, otro tipo de manifestaciones mucho más incómodas, tales como orinar en las esquinas de la casa. Las gatas son hembras poliéstricas estacionales que alcanzan la madurez sexual en torno a los seis meses de vida y se siguen desarrollando hasta los nueve o diez. En cuanto a los machos, éstos son mucho menos adelantados, no completando su predisposición para la reproducción sexual hasta que no llegan casi al año de vida. El apareamiento de los felinos domésticos sigue una serie de reglas y condiciones, por ejemplo, es conveniente que, si decidimos aumentar la familia de nuestra gata, elijamos para ello a un gato que haya madurado sexualmente de forma completa, es decir, que tenga más de un año.

También tenemos que ser conscientes de que es mejor esperar, para que la monta sea efectiva, que nuestra gata tenga ya nueve o diez meses. Hay que ser completamente inflexible en cuanto a esta recomendación: las relaciones entre ejemplares excesivamente jóvenes no es aconsejable. Además, siempre necesitaremos contar con un ejemplar que cuente con experiencia, ya sea hembra o macho.

Este hecho puede ser perjudicial si vivimos en un bloque de viviendas, ya que los gatos pueden orinarse también en las zonas ajenas a nuestro hogar, como las puertas del resto de los vecinos, los felpudos o los jardines y macetas. Además, la orina tiene un olor similar al amoníaco, muy fuerte y característico, que sirve de perfume atractivo a los machos de la vecindad.

Teniendo en cuenta que estamos ante una de las especies animales domésticas más inclinadas hacia la sexualidad, no podemos pasar por alto la importancia de la esterilización y la castración. Si no estamos dispuestos a tener camada, es vital que consideremos estas opciones. Los especialistas afirman que no existen efectos secundarios de gravedad cuando se practican estas intervenciones, y que es muy recomendable si tenemos gatos dentro de viviendas en grandes ciudades.

Esta es una decisión que solamente depende de nosotros y que no sólo nos evitará molestias sino que, además, será beneficiosa para el felino macho, expuesto a contraer enfermedades graves tales como la leucemia felina o el síndrome de inmunodeficiencia felina, por medio de la saliva o por mordeduras en peleas con otros animales de su especie.

Via: mascotasyhogar

Ansiedad debida a la separación

El problema del comportamiento en caninos, es un tema muy frecuente de escuchar en cualquier consulta veterinaria. La mayoría de ellos pueden ser evitados desde la adquisición del cachorro, pero también con la toma de conciencia y responsabilidad de sus propietarios.

LA ANSIEDAD SEGUIDA A UNA SEPARACION

Este problema es uno de los más comunes en una consulta al veterinario, se trata de una afección emocional que se manifiesta cuando el perro es separado de un objeto o persona al cual esta excesivamente unido.

Estos perros son llevados a la consulta debido a que han causado destrozos de importancia, han orinado y defecado por todos lados de la casa e incluso sus ladridos, aullidos y gemidos se han hecho interminables e insoportables, en especial para el vecindario. Con el propietario, el perro se muestra "pegajoso" y pesado, muy juguetón, le hace "fiesta" miccionando de la emoción y se comporta más como un cachorro que como un perro adulto.

En casos graves, el perro no presenta ningún comportamiento durante la exploración, siempre está a los pies de su dueño, tiene tendencia a comer de más y se lame exageradamente en el mismo lugar, lo que provoca heridas serias en la zona. Cuando sale de paseo, no se mueve y permanece muy cerca a su dueño. Esta patología se observa en perros de ciudad antes de la edad de la pubertad, sin distinción en cuanto a sexo o raza. Pertenecen a gente que vive sola, personas mayores o que adquirieron al perro tras una muerte.

Durante todo el período de socialización, el cachorro se apega a su madre, identificándose con ella para adquirir todos los códigos y reglas que regirán su vida futura. Sin embargo, este período de apego no es indefinido; de hecho, los cachorros deberán transferir ese apego de la madre hacia un grupo social: el desapego. Este comienza a las 10 o 12 semanas de vida para finalizar hacia los cuatro o cinco meses en machos y un poco después en las hembras.


Cuando el cachorro llega a una casa, cambia de entorno, por lo que va a apegarse a la primera persona que le dé de comer, le acaricie, etc. Hacia los cuatro o cinco meses, los amos deben provocar el desapego. Si esto no se realiza, lo que suele ocurrir en bastantes ocasiones, es que la más mínima separación de la persona de apego le hará entrar en un estado de pánico y desamparo, y le hará buscar los olores del amo. Esta búsqueda será en forma exacerbada y por lo tanto producirá destrucciones masivas, lo cual no significa en ningún caso venganza por parte del perro.

Además, el amo realiza a menudo los mismos gestos antes de partir (sacar las llaves, ponerse el abrigo, etc.) o despedirse especialmente de él. De esta forma, el perro sabe que se va a quedar solo, por lo que comienza desde ese momento a mostrar signos de ansiedad. Al tratar de consolarlo o tranquilizarlo, los amos sólo consiguen reforzar esos signos.

El tratamiento se basa en una parte médica que permite facilitar el aprendizaje, y de una parte conductual, con interrupción de los rituales de partida y puesta en funcionamiento del período de desapego. Este tratamiento es eficaz si los dueños se motivan y si el perro es todavía jóven.

Via: portaldog

03 octubre 2008

El baño ¿cómo y cuándo?

No hay unanimidad en cuanto a la frecuencia ideal del baño del perro adulto: hay quien sostiene que lo indicado es una vez por mes, mientras otros opinan que es suficiente un baño cada tres meses o cuando se hayan ensuciado mucho. Con el momento del primer baño sucede lo mismo: mientras algunos empiezan a bañar a los cachorros justo después de su vacunación preventiva, alrededor de los tres meses, otros prefieren esperar hasta los seis.

Lo importante es que el champú utilizado sea específico no alcalino, para que respete el manto de grasa que protege la piel del perro contra el frío y las agresiones externas. Los baños excesivos o con productos inadecuados pueden dejar el pelaje de nuestra mascota áspero y sin brillo, y lo que es peor, a su piel desprotegida.

Paso a paso

- Un cepillado previo facilitará el desenredado posterior.
- El agua estará de tibia a caliente: entre 35 y 40º.
- El perro se coloca de pie, con collar y sobre una alfombrilla, con el agua cubriendo las patas y hasta la tripa aproximadamente.
- Humedecer completamente el pelo y hasta la piel.
- Enjabonar desde la cabeza a la cola, extendiendo hacia las patas y el abdomen y masajeando bien .
- Cuidar de que no entre agua en los oídos ni jabón en los ojos.
- Aclarar en profundidad con un recipiente o jarra en la misma dirección, desde la cabeza a la cola.
- Dejar que el perro se sacuda varias veces, ya fuera de la bañera.
- Secado completo, primero con toallas y luego con secador no muy caliente.
Por ultimo, nuevo cepillado y, si el clima lo permite salida a corretear un rato.

Después del baño es el momento de aplicar localmente los productos de tratamiento y prevención de parásitos externos

Via: perros.com

02 octubre 2008

Ragdoll, el gigante amable

“En cuanto conoces a un felino Ragdoll te enamoras de él y ya no tienes ojos para ninguna otra raza”, asegura Oscar Cortés de Unrealragdolls, criador profesional de éste bello animal. El Ragdoll posee algo mágico. Seguramente sea el resultado de juntar una belleza impresionante, una dulce mirada azul y un carácter inigualable con buena salud y fácil mantenimiento.

Si decides ser propietario de un Ragdoll, te darás cuenta que es un gato que posee lo mejor de otras razas: su pelo es tan manejable y bonito como el del Birmano y su carácter tan cariñoso y apacible como el del Persa. Además, posee la buena salud del Bosque de Noruega y un gran tamaño, similar al Maine Coon.

Raza desconocida
Este bello animal tiene su origen en Estados Unidos. Al otro lado del Atlántico es una mascota querida y conocida por todos. Sin embargo, en algunos países como España el Ragdoll no ha sido una raza habitual entre los amantes de los felinos.

“Para nosotros es el gato perfecto”, afirma Cortés, cuya fascinación por este animal es tal, que ha llegado a importarlos de lugares tan dispares como Australia, República Checa, Holanda y Alemania, consiguiendo ser propietario de los mejores ejemplares de cría y exposición. Es el único criador de Ragdolls en España con dos hembras campeonas internacionales.

El futuro de la raza es realmente prometedor, ya que una gran mayoría de la
gente vive en pisos y lo que busca es un gato de interior, que le dé poco
trabajo y que sea cariñoso y tranquilo, tanto con las personas como con otros
animales. “El Ragdoll empieza a ser una de las razas preferidas de gato para compartir la vida”, por lo que “resulta ideal como mascota”, asegura el criador.

Características sorprendentes
Es un gato de apariencia firme, grande, con estructura ósea mediana y fuerte, musculado y de aspecto sólido. Los ojos son azules, grandes y ovalados, cuanto más intenso sea el azul mejor. El cuerpo es largo y musculoso, y su cuello corto y fuerte. La cola es larga y bien poblada. Alrededor del cuello el manto da la apariencia de un collar. Cortés describe la belleza y coquetería que desprende este bello animal: “su pelo es semi largo, denso, suave y sedoso e irá abriéndose cuando camine”.

Es un gato de crecimiento lento que no alcanzará su color y tamaño definitivo hasta los tres o cuatro años de edad. En general se diferencian tres patrones: el Colorpoint, en el que mascara, orejas, cola y patas estarán bien definidas en el color del point. El Mitted, en el que la cola y la mascara será igual a la del colorpoint, salvo por tener la barbilla blanca. “Las patas delanteras con guantes blancos y las de atrás con botas blancas”. El Bicolor, tendrá la cola y orejas en el color del point y en la mascara presentará “una V invertida blanca y ancha y las cuatro patas blancas”, describe el criador.

Carácter dulce y apacible
Generalmente, los gatos son ariscos e independientes pero el Ragdoll es una raza cariñosa y hogareña. “Es ante todo un gato de interior que no necesita demasiado espacio, pero sí muchas atenciones para sentirse querido en todo momento”. Es muy curioso y puede seguir a su dueño por todas las estancias del hogar, comportándose en ocasiones como "un perrito faldero”, explica Oscar Cortés.

“Al ser un felino tan dócil no tiene ningún problema con los más pequeños de la casa, ya que es un animal que puede ser manejado con facilidad”. Además, el resto de la familia también disfrutará mucho con un Ragdoll pues, además de ser cariñoso, “no da apenas trabajo y transmite una calma y paz casi terapéuticas”, comenta Cortés.

Educación, salud, higiene y alimentación
Respecto a la educación, no es una raza que dé problemas, ya que al ser un gato muy calmado no hace demasiadas travesuras. Para mantener una buena salud lo más importante es que la alimentación sea, exclusivamente, a base de pienso y latas de gama alta, adecuadas a la edad y condición de tu mascota. Como cualquier gato necesita unos cuidados básicos. Basta con un cepillado a la semana y un baño cada seis meses. Sin embargo, no olvides que “en épocas de muda hay que cepillarlo a menudo para quitarle el pelo muerto. También es aconsejable que le suministres malta para evitar el problema de las bolas de pelo”, sugiere Oscar Cortés.

Si tienes la suerte de compartir tu vida con un felino Ragdoll, comprobarás que es una raza muy sana y longeva. No obstante, no está de más que realices visitas periódicas al veterinario y que lleves una rutina de su vacunación y desparasitación conforme al modo de vida de tu pequeño gran amigo.

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