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18 septiembre 2008

La agresividad en el gato.

Muchas personas creen que el comportamiento agresivo es innato y normal en el gato y soportan situaciones que no son beneficiosas ni para ellos ni para su mascota.

Hay que tener en cuenta que los juegos felinos se basan en el aprendizaje para la caza. Este problema es difícil de corregir, pero si observamos cuidadosamente al gato, su mímica facial nos advertirá un momento antes del ataque, con lo que podremos evitarlo.

Sabemos que algunos gatos se acercan pidiendo mimos y al cabo de un rato se vuelven y muerden la mano que les estaba acariciando. Suelen ser gatos a los que separaron muy pronto de su madre (rondando el mes) y por ello no aprendieron a relacionarse correctamente.

Cuando un gato muestra un comportamiento agresivo, es importante descubrir cuales son sus razones. En todos los casos, será importante que el gato sea examinado por un veterinario.

Existen varias razones por las que un gato puede tener un comportamiento agresivo:

  • Una de las causas, podría ser que el animal se encuentre herido o enfermo.
  • En algunos casos, simplemente es el aburrimiento mismo la causa de su agresividad. Los gatos que viven en el interior de una casa, deben encontrar algo que les permita descargar toda esa energía. Tendremos que asegurarnos de que el gato disponga de varios juguetes con los que pasar sus horas en diversión. Cuando el gato que se aposta en una esquina del pasillo y pasamos se abalanza sobre nosotros mordiéndonos los tobillos. Al principio no suelen hacer daño pero según pasa el tiempo el mordisco es cada vez más profundo. Estos gatos sufren de estrés crónico al carecer de los suficientes estímulos. Nunca hay que utilizar las manos para jugar con un gato, ya que esto les puede dar un motivo para morder o rasguñar a la gente, que es exactamente lo que estamos intentando evitar.
  • En ocasiones el gato puede sentir aversión hacia una persona determinada y lo demuestra al principio huyendo de ella. Cualquier animal que se siente acosado huye si tiene la posibilidad. Algunas personas insisten en su aproximación al gato, lo cual puede desembocar en amenazas (bufidos. gruñidos. mímica,..) y en ataque.

¿Qué podemos hacer?

  • Llevar a casa un nuevo gato o perro, es la mejor solución para todos. Los gatos son animales sociales, y aunque en un principio pueden no adaptarse a los cambios, tarde o temprano disfrutaran mucho de las nuevas compañías. Así, encontrará que los gatos utilizan la mayor parte de su energía para jugar “juegos de gatos”, el uno con el otro.
  • El juego preferido de cualquier gato es cazar: perseguir un objeto pequeño que se aleja. Jugar deslizando un cordel por el suelo o agitando un plumerole le estimulará.
  • Si no ha encontrado ningún problema de salud, y hemos hecho todos los esfuerzos para entretener al gato, podría llegar a ser necesario un nuevo adiestramiento. Como punto básico, se debe incluir el reprender siempre al gato cuando éste lo muerda o rasguñe con un firme “¡no!”, o bien dándole un golpecito en la nariz.
  • Algunos dueños, animan a sus gatos a mantener este comportamiento agresivo, sin saberlo. Instintivamente, separamos la mano cuando un gato nos las muerde o rasguña, lógico, pero el gato puede ver a esto como un estímulo, una parte del juego. Por lo tanto, lo ideal es que tratemos de no mover mucho las manos, y digamos firmemente “¡no!” hasta que el gato lo entienda. Pronto aprenderá que no recibirá ninguna atención si actúa agresivamente.
  • Mantener consigo una botella de agua a mano, y arrojar al gato un pequeño chorrito cuando estos comienza a morder o rasguñar, pero sobre todo, tenemos que intentar que no sepan de donde viene el agua.
  • Tener a mano un pequeño juguete disponible, y lanzárselo para desviar la atención del gato, cuando este se pone agresivo.

Si todas estas alternativas han fallado, concierte otra cita con el veterinario. Los casos extremos de agresividad, pueden necesitar a veces de ser tratados con una medicación sedante. Sin embargo, esta debe ser la última de las alternativas, y bajo ningún punto una opción tomada con ligereza.

Tener un animal doméstico, es una gran responsabilidad, ya que ellos podrán hacer cosas que nos disgusten, pero ello no significa que nosotros debamos optar por el arreglo más fácil, rápido, o inmediato.

Como regla general debemos tener en cuenta que el gato solo atacará cuando se sienta acosado. Para evitar esta situación permitiremos siempre que huya, no miraremos al gato fijamente a los ojos. No nos aproximaremos al gato ni invadiremos su lugar de reposo.

Agresividad hacia otros gatos: principalmente puede ser por uno de estos tres tipos:

Sexual (sobre todo entre machos y en época de celo).

Por miedo (de origen desconocido puede aparecer entre animales que anteriormente habían convivido sin problemas).

Territorial (uno de los animales persigue y ataca al otro).

Via: www.elblogdegatos.com