Los gatos al nacer no tienen dientes. La aparición de los primeros comienza cerca del día 15 de vida y toda la dentición temporaria, es decir, de leche, se encuentra completa hacia la 8° semana. Pero no todos salen al mismo tiempo. Depende del tipo:
Dentición temporaria (Dientes de leche)
Los incisivos (que son los dientes que hay en el frente de la boca) aparecen entre la 2ª y la 4ª semana de vida.
Los caninos (colmillos) aparecen entre la 3ª y la 5ª semana.
Los últimos dientes de leche que le salen al cachorro son los premolares, que saldrán entre la 3ª y 8ª semana.
Así, después de la 8ª semana de vida, la composición de la boca del gato es la siguiente:
En la mandíbula inferior: 2 caninos (1 der/1 izq), 6 incisivos (3 der/3 izq.), y 4 premolares (2der/2 izq).
En la mandíbula superior: Sólo cambia el número de los premolares (3 der/3 izq). El número de caninos e incisivos es similar.
Dentición secundaria (Dientes permanentes)
La salida de los dientes permanentes comienza a las 12 semanas de edad y se completa hacia las 21 semanas.
Los incisivos comienzan a aparecer entre el 3er y el 4º mes.
Los caninos entre los 4 y 5 meses.
Los premolares, lo hacen entre el 4º y 6º mes.
Y a diferencia de la etapa de los dientes de leche, ahora aparecen los molares, que lo hacen entre el 4º y el 5º mes.
A partir de los 6 meses nuestro gato tendrá la siguiente composición dentaria:
2 caninos superiores (1der/1 izq).
6 premolares superiores (3 der/ 3 izq).
6 incisivos superiores ( 3der/3 izq).
2 molares (1 der/1 izq).
Via: mundogatos
03 noviembre 2008
Salud dental de los gatos
24 octubre 2008
Los bebes y los perros
Para la mayoría de las personas que tenemos perro, conocer la noticia de que seremos papás, al tiempo que hacernos sentir una gran ilusión, nos genera un gran temor; que nuestro perro tenga una reacción negativa hacia el bebé. Afortunadamente el temor se disipa en cuanto empezamos a organizar la adaptación a la nueva situación y comprendemos que puede resultar sencilla, siempre que preveamos los cambios que se avecinan, tanto en las rutinas como en el comportamiento, que a partir de ahora, esperaremos de nuestro perro.
Antes de la llegada del bebé
Hay que empezar cuanto antes a mostrar a nuestro perro cuales van a ser esos cambios. El propósito es que, cuando llegue el bebé, pueda comportarse de un modo conveniente para todos y poder evitar, en lo posible, sustos o accidentes innecesarios.
Estas son las nuevas conductas y hábitos que debes empezar a practicar con tu perro:
• Reafirmar la obediencia practicando órdenes que entienda y acate inmediatamente. Sería conveniente practicar ejercicios en este sentido.
• Acostumbrarlo a los nuevos horarios de paseo y de comida si fuese necesario. Las primeras semanas de vida de un bebé, se viven en casa a un ritmo frenético y lo normal sería la adaptación de las rutinas del animal a las de la nueva situación.
• Permitir que olisquee y se familiarice con la zona del bebé y con sus enseres; ropita y juguetes. Esto permitirá que el perro identifique positivamente a nuestro hijo cuando llegue a casa.
• No olvides someter a tu perro a frecuentes controles veterinarios para verificar su buena salud y descartar infecciones y posibles parásitos.
Cuando el bebé ya esté en casa
Con la llegada del bebé, tu perro deberá asumir que a partir de ahora su protagonismo se verá disminuido. Es importante que, a pesar de todo, el animal no se sienta excluido de la nueva situación. Enséñale a querer a tu hijo, no pierdas los nervios si no se está comportando de la manera esperada, ten paciencia y sigue insistiendo en las nuevas conductas.
Aquí tienes unos sencillos consejos para favorecer la integración:
• Al llegar a casa con el bebé, saluda a tu perro como de costumbre y permite que él también conozca al recién llegado. Puedes sentarte con el bebé firmemente cogido y permitir que tu perro lo pueda ver y oler.
• Permite la presencia de tu perro cuando estés manipulando al bebé. Al principio el animal se puede mostrar nervioso y deseoso de participar en todas las nuevas situaciones. Hablándole tranquilamente y con paciencia, conseguirás que poco a poco acabé por normalizar estos momentos sin prestarles demasiado interés.
• Dedica a tu perro unos minutos al día exclusivamente para él, que pueda sentir que pese a las importantes novedades en vuestras vidas, lo esencial no ha variado.
• No dejes solo al bebé con el perro. Pasadas unas semanas comprobarás que tu perro se ha adaptado perfectamente a la nueva situación, pese a todo no bajes la guardia, se trata de un animal y podría tener reacciones imprevistas.
Unos apuntes respecto a la higiene:
• No olvides lavarte las manos con jabón después de manipular al animal, especialmente en los primeros meses de vida del bebé.
• No permitas que el perro lama al bebé, insiste en la costumbre de mantener las distancias.
Cuando el bebé ya camina
Mientras el niño no camina es fácil controlar lo concerniente a la higiene. Esto cambiará radicalmente cuando nuestro bebé se pueda desplazar por él mismo. Llegado el momento, tendremos que evitar que el niño tenga acceso a las zonas del perro; especialmente al comedero y a la cama. Aunque seamos muy pulcros con la higiene de los enseres de nuestra mascota, nunca sería lo suficiente, ya que no podremos evitar la tendencia de los niños pequeños a chupar o introducirse en la boca todo lo que puedan manipular.
Aquí tienes unas buenas reglas de higiene:
• Enseña a tu hijo a respetar las zonas del perro. Si fuese necesario, retira de su alcance la cama y el comedero.
• Anima a tu hijo a lavarse las manos después de jugar con el animal, sobre todo antes de comer.
• Evita que el niño bese al animal, especialmente en la zona del hocico.
• Pon especial atención en la limpieza del suelo, sobre todo si tu hijo es de los gateadores.
Tener un perro en casa puede resultar muy positivo para toda la familia, especialmente para el desarrollo afectivo de nuestro hijo. Los niños que han convivido desde el inicio de sus vidas con animales, suelen mostrarse muy receptivos en la aceptación de normas al estar habituados a responsabilizarse de pequeñas tareas con su perro. Por otro lado, el hecho de dedicarles continuamente tiempo y cariño, puede dotarles de una especial sensibilidad y respeto hacia los animales.
Guía de Vacunas
Enfermedad | Vacunación inicial | Revacunación |
Moquillo | 6 a 16 semanas | 1 año |
Hepatítis infecciosa | 6 a 16 semanas | 1 año |
Leptospirosis | 6 a 16 semanas | 1 año |
Parainfluenza | 6 a 16 semanas | 1 año |
Parvovirus | 6 a 20 semanas | 6 meses a 1 año |
Rabia | 3 a 6 meses | 1 a 3 años |
Coronavirus | 6 a 20 semanas | 6 meses a 1 año |
Siempre se aconseja consultar con su veterinario |
10 Cosejos esenciales para la hora del cepillado
1) Acostumbrarle a la rutina del cepillado y del baño desde los primeros meses de vida.
2 ) Fijar una hora del día para el aseo: mejor en los momentos en que se encuentra más relajado; por ejemplo, después de comer.
3 ) A medida que se hace viejo, aumentar la frecuencia del cepillado, pues con la edad irá descuidando su higiene personal.
4) Aprovechar el cepillado para comprobar si hay Indicios de la presencia de parásitos (costras, excrementos, etc...).
5) No descuidar el pelo próximo a los ojos, sobre todo en gatos de pelo largo y de color claro; mucha atención también a las razas con tendencia al lagrimeo como el Persa. Para ello, usar una gasa humedecida con agua y retirar las impurezas de esta zona; secar igualmente con una gasa.
6) Con los pelos próximos a las orejas y zona bucal habrá que proceder de la misma forma. En el caso de recibir un alimento húmedo, extremar aún más las precauciones, pues si quedaran restos de comida alojados en los pelos próximos a la boca, pronto se convertirá en foco de bacterias y problemas dermatológicos.
7) Las caricias también forman parte del ritual del aseo: con ellas arrastramos el pelo muerto y ayudamos a mantener la suavidad del manto.
8) Recompensar su buen comportamiento durante el cepillado con juegos o una golosina.
9) Procurarle una alimentación equilibrada con todos los nutrientes importantes, proteínas de calidad (no olvides que el pelo acapara una buena proporción de este nutriente) y ácidos grasos esenciales.
10) No existe necesidad alguna de cortar el pelo de un gato silo mantenemos limpio y bien cepillado. Sin embargo, tampoco supone un delito efectuarle un corte anual, en verano, para favorecer un pelo fuerte y sano y, sobre todo, ayudarle a superar las altas temperaturas.
15 octubre 2008
Intoxicación en Perros
Los perros tienen gustos muy diversos, por lo que las plantas del jardín, los productos químicos e incluso el jarabe para la tos pueden resultarle tan apetitosos como un bol lleno de comida. Por desgracia, su sentido común no esta tan desarrollado como sus papilas gustativas, razón por la que muchos perros sufren de intoxicaciones. La causa más habitual son los pesticidas y los medicamentos. Los pesticidas suelen dejarse a su alcance, la gente el guarda en el garaje, por lo que los perros pueden acceder a ellos con facilidad. Los medicamentos son la segunda causa más habitual de intoxicación ya que también se dejan en cualquier sitio.
La intoxicación grave resulta espeluznante. Sucede rápidamente y los síntomas son muy variados, según el veneno. Lo cierto es que, una vez que aparecen los síntomas, dispone de poco tiempo para salvarle la vida. En algunos casos lo que usted haga antes de ir al veterinario puede ser tan importante como lo que sucede una vez en la consulta.
Consejos de los veterinarios en caso de intoxicación:
Identifique el veneno:
Cuanta mas información pueda darle al veterinario, menos tiempo tardara este en aplicarle el tratamiento adecuado. Por esta razón, merece la pena tratar de averiguar que ha ingerido su perro.
Huela su aliento:
Los derivados del petróleo como la gasolina y el queroseno desprenden un olor fuerte y especial que se distingue fácilmente en el aliento.
Observe si hay hemorragia: Los perros que sangran por la boca, la nariz o el ano pueden haber injerido raticidas. Estos contienen warfarin, un producto químico que provoca hemorragias.
Observe su boca:
Si las encías y los labios presentan un color rojo brillante, puede haber estado expuesto a monóxido de carbono.
Busque el causante:
Eche un vistazo por la casa y el jardín en busca de paquetes vacíos cuyo contenido fuera algo venenoso. Mire si faltan medicamentos en el baño o en su bolso.
Mire en la despensa:
Alguno de nuestros alimentos, sobre todo el chocolate, son perjudiciales para los perros. El chocolate fundido contiene altos niveles de un compuesto toxico para los perros llamado teobromina. Bastan 110gr. Para intoxicar a un perro de 14 Kg.
Lleve las pruebas consigo:
Cuando este seguro de qué ha ingerido su perro, meta en una bolsa la sustancia restante y llévesela al veterinario. Las etiquetas de los productos incluyen información muy importante sobre los ingredientes y, en algunos casos, sobre los primeros auxilios. Si comunica dicha información previamente a su veterinario, este estará preparado.
La intoxicación no siempre causa vómitos, pero si es así, recoja una muestra y póngala en una bolsa de plástico. Tal vez su veterinario la necesite para analizarla y saber así que ha consumido exactamente su perro.
Purgue el veneno:
En muchos casos de intoxicación lo mejor es provocar el vomito del perro. Esto se debe hacer solo si:
1) Está seguro de que ha ingerido el veneno durante esa última hora.
2) Está seguro de que el veneno no es un álcali fuerte, un acido o un derivado del petróleo
3) Su perro esta consciente y alerta.
La manera mas fácil de provocar el vomito es darle agua oxigenada (una solución del 3%).Déle una cucharada por cada 7 ó 9 Kg. de peso. Introduzca el líquido en una jeringa sin aguja e inserte la punta en la parte lateral de la boca de su perro, justo detrás de los colmillos. Deje que el liquido se introduzca poco a poco; si su perro cierra la boca es que lo esta haciendo demasiado rápido. La mayoría de los perros vomitaran a los cinco minutos.
No obstante, si la primera vez no funciona, inténtelo de nuevo. Si su perro sigue sin vomitar, no haga nada más hasta que llegue el veterinario. Intente darle huevos o leche cuando no pueda provocarle el vomito, para aliviar el ardor y así neutralizar el estomago.
Via: aperrados
El perro más alto del mundo
El perro más grande del mundo con vida registrado por el guinnessworldrecords se llama Gibson y mide exactamente 107 cm. de estatura. Este record se registró el año 2004 y desde entonces nadie ha sido capaz de quitarle el titulo de ser el perro vivo más alto del mundo.
Este Gran Danés Arlequín es propiedad de Sandy Hall de Grass Valley, California, EE.UU. y ha participado en numerosos eventos mostrando su gran tamaño. Según he podido leer cuando este pequeñín cuando se pone en dos patas alcanza una estatura de 2,13 metros.
¡¡¡Es más alto que yo!!!
Via: aperrados
Mi gato o mi pareja
Si tu gato estuvo acostumbrado durante muchos años a ser el centro de tu atención, la llegada a tu hogar de una nueva pareja podría acompañarse de cambios en su comportamiento.
Los gatos pueden ser la mejor compañía para aquellas personas que viven solas. Delicadas, mansas, y amigables, estas mascotas podrían lograr establecer un muy fuerte vínculo con quienes necesiten de una compañía en su hogar.
Sin embargo… ¿Qué sucede cuando, luego de formada esta férrea relación, otra persona llega para convivir en el hogar? - Más de una vez, se han visto casos que vuelven a formar pareja, ante lo cual sus gatos adoptan todo tipo de reacciones adversas, como por ejemplo orinar por todas partes.
Parecería obvio que estos actos son una muestra directa del odio o celos que los gatos sienten hacia los nuevos huéspedes, pero, dando por supuesto que el animal no se saldrá con la suya, y no lo elegiremos por sobre nuestra nueva pareja… ¿habrá alguna forma de solucionar esto sin tener que desprendernos de la fiel mascota que tanto ayudó en los momentos de soledad?
Primero y principal, debe saber que existe la probabilidad (que no es baja) de que el gato, en realidad, no odie a su pareja, sino que haya otros dos factores que estén influyendo en esta conducta: en primer lugar, su natural necesidad de marcar su territorio frente a la llegada de otros seres, y en segundo, un aumento del estrés y el nerviosismo, a causa de la llegada al hogar de una persona nueva, y por consecuencia de una nueva rutina de vida. Tanto la primera como la segunda condición, o ambas, podrían provocar estas conductas.
Por cierto que, además, la llegada de la nueva persona al hogar podría ser sólo una coincidencia, y de hecho el gato podría tener este comportamiento por otros motivos, sobre todo si ya ha dado alguna señal del mismo en el pasado.
Si sospecha que, efectivamente, este podría ser el caso, debería llevar a su gato a un veterinario cuanto antes, ya que el mismo podría estar sufriendo de alguna condición médica, como una infección o incluso diabetes, que lo lleven a comportarse de este modo, y el hecho de que otra persona haya llegado al hogar sea tan sólo una mera coincidencia.
Pero si comprueba que, efectivamente, es la llegada de su nueva pareja la que está modificando la conducta, probablemente sí estemos hablando de un problema de celos, estrés y territorio.
Para esto también podría concurrir a su veterinario, con el objetivo de consultar sobre la posibilidad de suministrar a su gato una medicina ansiolítica suave, y ver cómo lograr limitar el territorio a un área más pequeña, que le permita aclimatarse más gradualmente al nuevo ritmo de vida.
En este último caso, asegúrese de que en ese lugar, el gato tenga alimento, agua, juguetes, una caja sanitaria, y algo lugar para rasguñar. Además, no olvide pasar un tiempo con él todos los días, para acariciarlo y juguetear.
A los gatos les puede costar mucho adaptarse a los cambios, pero si logra ordenarle un poco su nueva vida, le hará un gran bien.
Una vez que su gato empiece a sentirse más cómodo en el nuevo ámbito hogareño, que incluirá la presencia de su pareja y otro tipo de nuevas rutinas, seguramente aceptará mejor los cambios, y se podrá permitir una mayor libertad.
Con todo, asegúrese de que cualquier área que el gato haya marcado previamente, haya sido limpiada completamente con un limpiador enzimático, para evitar que el gato vuelva a sentir su olor, y, consecuentemente, a marcarlo.
La paciencia es un elemento clave - Lo importante será que tanga paciencia con el gato, ya que, con el tiempo, muy posiblemente encontrará la forma de adaptarse y superar esta transición.
Para el caso de que pasen más de uno o dos meses, y usted no vea ninguna mejoría en la conducta del animal, consulte a su veterinario para saber si existe alguna otra forma de solucionar este problema, posiblemente mediante un programa hecho a la medida del caso específico que usted le presenta.
Via: foye
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