Perros y gatos: la temperatura ideal

Seguro que si has llevado a tu mascota al veterinario, le han tomado la temperatura en alguna ocasión. La temperatura adecuada de un perro está entre los 38,5 y los 39º, y la de un gato adulto suele estar entre los 38,3 y los 39º.

Una temperatura inferior o superior indica que algo no va bien en nuestro perro, y sería recomendable acudir al veterinario. Si quieres tomarle la temperatura a tu perro en casa, lo que tienes que hacer es, para empezar, tener un termómetro clínico especialmente destinado a él.

La temperatura se le toma por vía rectal (por el ano) y son más recomendables los termómetros digitales, ya que son más precisos.

Es posible que no tengas la costumbre de tomarle la temperatura a tu mascota, ya que casi ningún dueño lo hace de forma frecuente, pero no estaría de más hacerlo, sobre todo cuando notamos raro a nuestro perro o gato.

Perros: El cachorro muerde

El juego es una actividad fundamental para el buen desarrollo psicológico del cachorro, ya que a través de él descubren sus sentidos y sus instintos. Todos los comportamientos de un perro adulto aparecieron, en su juventud, como actividades lúdicas.

Los juegos entre hermanos se basan principalmente en luchas y persecuciones que, posteriormente derivan en los instintos de defensa y de caza. Cuando a las pocas semanas de vida empiezan con los juegos de luchas, los afilados dientes provocan dolor en los hermanos pero, cuando esto sucede, el juego se interrumpe. De este modo el cachorro aprende a controlar la fuerza de sus mandíbulas.La solución a este "problema" es actuar tal como lo harían sus hermanos. Si me haces daño no juego.

El verano y las mascotas

Se acercan los días de calor y de mucho sol, por supuesto que todos y todas vamos a disfrutar de está hermosa estación que es el verano. Tomando las precauciones para no pasarnos de sol y que después tengamos que lamentar.

También esta es una época en que las personas abandonan más animales, es usual que cuando se sale de vacaciones y se instalen por un largo mes en alguno de los balnearios, los peques de la casa recojan algún perrito que esta abandonando por el lugar.

Pero lo que pasa luego es que al volver a casa ese perrito, perrita o gato, no los acompañan, lo dejan en el mismo lugar donde fue encontrado. Desde aquí quisiéramos lograr que se tome conciencia al respecto de abandonar animales. Si no podemos darle un hogar duradero es mejor no tomar ninguna mascota, en todo caso consulte donde hay un refugio para llevarlo y quien lo dice, tal vez puedan hacer alguna colaboración para su mantenimiento.

Mascotas: ¿De qué color ve mi perro?

Es una creencia bastante extendida eso de que los perros no ven los colores, y que solamente diferencian en blanco y el negro. Sin embargo, esto no es así.

Los perros sí que pueden distinguir los colores, aunque lo hacen de una forma diferente a la de los humanos. La razón está en la cantidad de conos que tienen en su retina. Nosotros tenemos tres, y ellos, solo dos.

Esto quiere decir que ven los colores de una forma más imperfecta, aunque la gama de los azules sí que la ven de forma más parecida a los seres humanos. De hecho, existe una forma de daltonismo en los humanos en la que los afectados ven de la misma forma en que lo hacen los perros.

Eso sí, nuestras mascotas tienen una mejor visión crepuscular que nosotros, pero una menor agudeza visual. Claro, que tienen mucho más desarrollados otros sentidos, como el olfato.

Perros: Limpia su boca al menos tres veces a la semana

Tu perro no puede cepillarse los dientes, así que aquí tienes algunos consejos prácticos para ayudarle a mantener una buena higiene buco-dental.

La causa principal del mal aliento en los perros son los problemas e infecciones dentales y bucales. Los perros cambian los dientes entre los cuatro y los seis primeros meses de vida, por lo que resulta fundamental iniciar su cuidado a partir de esta época para prevenir pérdidas dentales e infecciones.

A la hora de iniciar estos hábitos de prevención, es importante que acostumbremos al cachorro a que deje que le toquemos la boca y le limpiemos los dientes. La frecuencia de lavado de los dientes recomendada es de tres veces a la semana como mínimo y esta limpieza debe incluir las encías. Para ello podemos adquirir en tiendas especializadas de artículos para mascotas cepillos y dentífricos de distintos sabores.

Todas las razas de perros son susceptibles de padecer problemas buco-dentales y mal aliento, pero este riesgo se acentúa en el caso de los perros de más edad que no han recibido los cuidados adecuados.

Por esta razón el mejor remedio es siempre la prevención que debe iniciarse cuando el perro es todavía un cachorro. Para ello, evitaremos darle comida casera, que resulta muy dañina no sólo por no ser apta para la alimentación del perro, sino por los problemas dentales que puede causarle, limpiaremos su boca al menos tres veces a la semana y le proporcionaremos juguetes de tela para que los muerda y pueda fortalecer sus dientes y encías.

Mascotas: Los perros y las mudanzas

Al igual que las personas, los perros necesitan tiempo para adaptarse a algunos cambios. De hecho, el tiempo requerido por un perro puede ser mucho mayor, y las manifestaciones de esta desadaptación inicial pueden ser muy llamativas.

Cuando nos mudamos, aunque sea solo por las vacaciones, el perro suele estresarse mucho. Los cambios en su conducta son casi una constante en todos los perros. Claro que en algunos pueden ser leves. En otros casos, conductas agresivas hacia los demás o hacia si mismos, no son raros.

Morderse de forma obsesiva, cambios en el apetito o una apatía evidente son solo algunas posibilidades.

Para evitar esto, o minimizarlo, es importante tomar algunas precauciones. Llevar al nuevo lugar todos los elementos que usa la mascota, como juguetes, mantas, platos, etc., es esencial.

Pasar mucho tiempo con el perro, jugar con él, llevarlo a hacer caminatas por estos nuevos lugares, pueden ayudar mucho.

En caso de que no pueda resolver estos síntomas, consultar al veterinario.

¿Es cierto que el Doberman está loco?

Hay ciertas razas de perros en torno a las que gira una especie de “leyenda urbana” y el Doberman es uno de ellos.

Existe por ahí la creencia de que este perro es muy agresivo debido a que tiene problemas en el crecimiento de los huesos de la cabeza. Hay quienes piensan que hay un hueso que les crece e el interior del cerebro, clavándose en la masa cerebral del animal, lo que provocaría el comportamiento agresivo.

Según otras teorías, los huesos de su cerebro crecen a un ritmo inferior al de su cerebro, por lo que este, comprimido, sufriría una alteración causante de la agresividad de estos perros.

Está claro que ninguna de estas teorías son ciertas, y tampoco es verdad que esta raza de perros estén “locos”. Lo cierto es que parte de la culpa de estas falsas creencias tiene que ver con su aspecto, que es de todo menos amigable (de hecho, es el perro que usaban muchos miembros de las SS en la Segunda Guerra mundial para intimidar), pero la realidad no es así.