Cuando tenemos una perra que va a parir lo común es que sea una revolución familiar. Intentemos que el hecho sea lo menos revolucionario posible, ya que la necesidad de calma de la perra es máxima. Eso no quiere decir que no pueda presenciarse el parto, solamente que para hacerlo hay que estar en silencio y a distancia.Durante el parto y posterior a él, la perra hace algunas cosas que nos pueden parecer muy curiosas, pero que tienen un motivo. Es buena saberlas y sobretodo explicárselas a los niños de la casa.
Una de esas conductas que llaman la atención es que la perra come la placenta de cada uno de los cachorros. La segunda conducta llamativa es que la perra estimula a cada uno de los cachorros lamiéndolos, y cuando orinan o defecan, la madre ingiere lo que el cachorro excreta.
Ambas conductas tienen un motivo y no es la nutrición. Es importante para la perra borrar los signos del parto, por eso come las placentas, y ocultar que hay cachorros, por eso ingiere las excretas. Es una simple defensa contra depredadores.