A los gatos les encantan las ventanas, observar la agitación de la calle y tumbarse en los bordes. Infelizmente, ni siempre hay la protección necesaria en las ventanas y el gato puede acabar cayendo de enormes alturas.
Un gato puede sobrevivir, normalmente, a la caída de una altura de tres plantas sin herimientos serios. En los casos de una caída más alta, la tendencia es caer en las cuatro patas, lo que puede llevar las fracturas en las piernas. Cuando el gato llega al suelo, su cabeza es golpeada contra el pavimento, haciendo daño en su mandíbula y rompiendo sus dientes.
Si no estás seguro que tu gato haya caído de un edificio o ventana alta, hay algunas señales que pueden revelar indicios del accidente: sangrado en el hocico y boca del gato, huesos fracturados y pérdida de consciencia. Comprueba también señales del choque, como encías pálidas, latidos del corazón y respiración acelerada.
Una vez que haya ocurrido el accidente, lo primero que debes hacer es buscar el gato en todos los rincones y escondites próximos al local de la caída. Acércate al gato cuidadosamente, si está muy nervioso o ansioso podrá ser necesario atarle.
Si hay sangre alrededor del hocico, limpia con cuidado. Este sangrado debe parar en pocos minutos. Examina dientes rotos, mandíbula partida y demás, para abrir correctamente la boca del gato, deberás:
Colocar la mano sobre la cabeza del gato, de modo que tu pulgar e dedo indicador queden justo detrás de los caninos largos y la cabeza apoyada en su palma.
Gira la cabeza del gato con mucha delicadeza hacia atrás dejando y abra la boca del gato. Limpia la sangre de la boca de su gato.
Examina huesos fracturados y lleva inmediatamente al veterinario.