Desafortunadamente, aún existen propietarios de cachorros que siguen operando orejas y colas, en contra de su naturaleza y con el perjuicio social que acarrea esta práctica en su cachorro.
En España, está prohibido practicar mutilaciones a los animales de compañía, como extirparles uñas, las cuerdas vocales, la cola u otras partes u órganos, salvo las intervenciones efectuadas con asistencia veterinaria en caso de necesidad terapéutica, para garantizar su salud o para limitar o anular su capacidad reproductiva.
Aún así, hay algún que otro centro veterinario que sigue realizando estas prácticas de forma clandestina por puro interés económico por su parte, y por puro interés estético por parte del propietario.
Razas como el Pitbull, el American Stanfordshire Terrier, el Bóxer, el Doberman, el Yorkshire Terrier, etc. han sido comúnmente mutilados en colas y orejas por un simple capricho estético, con el perjuicio que ello conlleva, y que muchos propietarios ignoran:
Por una parte, las molestias y dolor que supone una intervención quirúrgica de estas características.
Por otra parte y quizás la más importante, el perjuicio social que conlleva al cachorro, desde que es operado hasta el resto de su vida. ¿Por qué? Porque no solo se mutila una parte de su cuerpo, sino que se mutila un sistema de comunicación vital para ellos.
Como bien sabrás, tanto la cola como las orejas son dos importantes sistemas de comunicación para el cachorro. Si operamos estos sistemas de comunicación imprescindibles para el cachorro, tendrá muchísimas dificultades para relacionarse con otros perros.
Unas orejas erguidas continuamente pueden significar una señal de dominancia sobre otro perro. Unas orejas erguidas y una cola no muy levantada pueden indicar interés en otro perro. Ésto puede ser mal interpretado por el otro perro, que al no ver la cola, puede entender que el perro siempre busca pelea, ya que la señal que siempre transmite es que continuamente quiere dominar. El pobre perro sin cola se ve atacado sin razón, lo cual puede provocar que pierda la confianza que tenía en otros perros, empezando a pelearse para defenderse cada vez con más frecuencia. Un perro con las orejas cortadas las suele llevar siempre hacia arriba, mandando así un mensaje sin él quererlo.
Como ves, soy una detractora convencida de este tipo de prácticas que no tienen ningún beneficio para el cachorro, más bien al contrario, por tanto, como propietario, si tienes alguna duda, piensa más en tu cachorro y menos en tus caprichos.