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05 marzo 2009

Los sentidos del cachorro recién nacido

Para cualquiera que alguna vez hubiera visto el nacimiento de cachorros de perro, es bastante obvio que nacen en una condición bastante precaria. Si vamos al detalle veremos que es más precaria aun de lo que parece. Ciegos, sordos, incapaces de mantener la temperatura del cuerpo ni orinar o defecar sin ayuda; sin la presencia de la madre muy difícilmente sobreviven. Sin embargo, la naturaleza los provee de unos pocos sentidos que ayudan a esa sobrevivencia.

Las dificultades del movimiento voluntario del cachorro son evidentes. Apenas se desplazan arrastrándose con la ayuda de las patas delanteras, ya que las traseras se mueven muy poco. Lo principal es encontrar una fuente de calor inmediata, ya que de lo contrario mueren. La madre es la que les da ese calor. Secundariamente, pero también con urgencia, necesitan ser alimentados, por lo tanto, encontrar las mamas de la perra es fundamental.

Ciegos y sordos cuentan con pocas opciones. Algunos creen que el olfato es quien los guía hasta las madres y quien los mantiene a poca distancia. Pero no es así, el sentido que más usan es el tacto. En la cabeza del cachorro, en el dorso de su nariz y encima de sus ojos, tienen unos pelos especializados para recibir sensaciones táctiles, que se llaman vibrisas. Estas, más otros receptores cutáneos, son las principales ayudas para el cachorro pueda encontrar a su madre y sus hermanos, que también le proporcionan calor. Por supuesto que hablamos de distancias muy cortas ya que de desplaza con mucha dificultad.

Varias semanas después del nacimientos el perro comienza a ver y a escuchar.

Via: blogmascotas

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