El gato no debe comer alimentos para perros

Los requerimientos nutritivos del gato son diferentes a los del perro, los gatos no son “perros pequeños”, por ejemplo: ellos requieren niveles más altos de proteínas que los perros, los gatos deben tener incorporado un aminoácido llamado taurina en su dieta; los perros no necesitan ese aminoácido en la dieta porque su organismo lo sintetiza, proceso que no ocurre en los gatos.

Un gato que se alimenta con una dieta deficiente en taurina puede desarrollar una enfermedad grave del corazón y otros problemas de salud, actualmente casi todas los alimentos balanceados para gatos contienen el agregado del aminoácido taurina.

Los gatos requieren una concentración mayor de Vitamina A en la dieta, los perros pueden metabolizar el beta-caroteno como una fuente de Vitamina A, y los gatos no pueden hacerlo.
Los gatos no pueden sintetizar un ácido graso llamado araquidónico y debe estar complementado en su dieta; para los perros no es esencial tener este ácido graso en su dieta.

Así que, si a un gato se le permite comer una cantidad significante de comida del perro, estaría comiendo una dieta deficiente en muchos de los nutrientes requeridos para un metabolismo normal.

Para la salud del minino, hay que estar seguro si está comiendo una dieta equilibrada o un alimento balanceado premium de alta calidad.

Via: www.blogdemascotas.ne

Perros Divertidos

Nuestro perro se perdió, ¿volverá a casa?

Muchas veces leemos noticias referentes a perros que perdidos o transportados lejos de su casa, volvieron a ella transcurrido un determinado tiempo. No podemos dudar de la autenticidad de los casos de perros que han recorrido cientos de kilómetros para regresar a su hogar, pero tampoco negar que son muchos los perros que carecen en apariencia de ese sentido de orientación.

Si recordamos hace años se estrenó una divertida película de Walt Disney titulada VUELTA A CASA en la que dos perros y un gato son dejados al cuidado de una amiga de la familia.

Los animalitos añorando su hogar deciden volver tras escaparse de casa de la amiga de la familia. Emprenden pues, un largo y azaroso viaje atravesando bosques y ríos, enfrentándose a animales salvajes y ayudándose mutuamente .

Finalmente, fatigados y hambrientos, llegan a su destino. ¿Existe realmente ese instinto de orientación en los perros?

Se han realizado diversos experimentos sobre la orientación lejana de los perros, siendo el pionero en este campo Bastian Schimid. Sostiene Schimid que los sentidos de oído y del olfato no intervienen, y que tampoco es la vista principal recurso de que se valen los perros para establecer su orientación.

via: animalesmascotas.com

Como controlar la agresividad de tu gato

El castigo de la indiferencia:
Cuando se ponga agresivo, frótale con suavidad el hocico con el dedo. Luego no le des su atención durante unos minutos. Aprenderá a apreciar los juegos tranquilos.

Sustos de aire:
Cuando muestre la conducta, pulsa el dosificador de un bote de aire comprimido, como los usados para limpiar cámaras de fotos.

Disparos:
Ten a mano una pistola de agua y repela sus ataques.

Mantenlo entretenido:
Se mostrará menos agresivo si le ayudas a desfogarse con juegos. Si se convierte en una amenaza, no intentes solucionar el problema solo. Consulta al veterinario o a un entrenador de animales.

Via: mascotas.org

Bulldog

Origenes

Los orgullosos ancestros del Bulldog se pueden remontar hasta el Molussus, el antiguo perro de pelea que toma su nombre de una antigua tribu griega, los Molossi. Como sugiere su nombre fue criado para luchar contra los toros. Según cuentan, este deporte empezó en Gran Bretaña alrededor de 1204, cuando lord Stamford de Lincolnshire en Inglaterra vio, y le divirtió mucho, al perro de un carnicero atormentando a un toro. Esto le dio la idea de dar un campo en el que pudieran desarrollarse las. peleas con toro con la condición de que el carnicero diera un toro al año para la competición. Más tarde, se establecieron lugares de pelea en varias partes de Gran Bretaña donde también peleaban perros contra perros. Cuando se ilegalizaron las peleas contra toros en 1835, el Bulldog estuvo en peligro de extinción. Afortunadamente, sin embargo, un tal Mr. Bill George continuo criando Bulldogs y, en 1875, se formó la primera sociedad especializada en la raza, conocida como Bulldog Club Incorporated. A esta le siguió en 1891 la London Bulldog Society, que sigue manteniendo su encuentro anual en el Crufts Dog Show.



Carácter y cuidados

A pesar de su temible apariencia , el bulldog es un perro cariñoso y amable. Adora a los niños y es un animal de compañía estupendo. El único tratamiento que requiere es un cepillado diario con un cepillo duro y frotarlo a continuación. Hay que tener cuidado de que no se canse demasiado cuando hace calor.

Via: www.mascotamigos.com.ar

La convivencia entre perros y gatos

La convivencia de perros y gatos si es posible, aquel proverbio ‘llevarse como perros y gatos’ no es una verdad irrefutable, pues existen forman de lograr que ambos animales tengan una vida en común y bastante cercana.

Perros y gatos comparten el ser depredadores por naturaleza, teniendo el instinto de perseguir a otra clase de animales, un ejemplo común es cuando los gatos se lanzan a la caza de ratones, pájaros, etc., de otra forma el perro hace lo mismo casi siempre persiguiendo un gato. Pero esta mala relación se puede impedir.

Quizás quisieras tener un gato pero te preocupa la respuesta de tu perro, o al revés, pero por tamaño el gato se puede llevar la peor parte. Para lograr una buena convivencia entre estas especies debes ser consciente de sus diferencias y respetarlas.

El perro a comparación del gato, es más fácil de educar, es más difícil acostumbrar a los animales a la presencia de otros cuando son viejos, pues ellos han sido los reyes de la casa y no están dispuestos a dejar de serlo, por esto se aconseja hacerlo desde que son muy pequeños, la adaptación será mucho más fácil, erradicando su lado depredador.

Hay que tener mucho cuidado, todo perro al ver un gato desconocido querrá atacarlo, el gato de ser más joven es más rápido, si se lanza al rostro del perro, puede lastimar con sus garras los ojos del perro e incluso sus mordidas causar gran daño, que se infectarán con facilidad.

Se debe tener un contacto temprano de los animales, hacerlos compartir un territorio en común, cuando son cachorros están más preocupados en jugar que en cazar, no creas que por ser vieja tu mascota ya todo está perdido, pues no, nada más necesitarás más paciencia, has sentir a tu mascota que estas contento por su reacción pacífica. Es importante que cada uno tenga su lugar para comer y dormir, así se refugiarán en los momentos de agobio.

Jamás estimules su instinto de caza o persecución de todo lo que se mueve, cuando notes que lo tendrá suprímelo. Con bastante paciencia lograrás que establezcan sus propias jerarquías, sus propias interacciones, sus propios roles, consiguiendo una buena amistad de perros y gatos.

Via: mascotas.org

Los problemas de conducta con los gatos

Algunas veces nuestros gatos se ven afectados de un comportamiento maniático, que puede ser divertido, y nos hace sonreír, pero otros pueden ser mas serios, pudiendo llegar a veces a afectar la salud del animal. Afortunadamente los casos extremos son raros.

De estas manías, una de las mas graves, es el chupar lana. Este comportamiento maniático, es bastante preocupante, primero para el gato, porque ingiriendo hilos de lana, puede provocarse una oclusión grave, necesitando a veces de una intervención quirúrgica. El gato no satisface esta manía, sólo chupando un calcetín o un pedazo de manta, sino que es capaz de abrir cajones y armarios para saciar su manía. Afortunadamente esta manía es bastante rara y por lo general ocurre en siameses.

Otra manía patológica, es la tendencia excesiva a limpiarse ciertas partes del cuerpo. La actividad de limpieza es un comportamiento esencial de los felinos, y es muy importante pues puede representar hasta el 30 o 40% de las actividades psíquicas del gato doméstico.

Si este comportamiento se deteriora brutalmente, pueden dejar una parte de su cuerpo totalmente desnuda. Por lo general estas lesiones se sitúan sobre la cara interna de los muslos, a lo largo de los miembros posteriores o sobre el bajo lomo.

La piel, puede estar ligeramente irritada, pero por lo general ninguna lesión cutánea. Este tipo de patología es denominada neurodermatosis, que es una patología del comportamiento, ligada al estrés y la ansiedad. Este estrés puede desencadenarse con el cambio de residencia, la llegada de un nuevo ser humano o animal al hogar, atención excesiva al animal., o cualquier factor que perturbe su equilibrio. La explicación es que la limpieza tiene un factor calmante para el animal normal, y en caso de angustia, la necesidad de calmarse aumenta, y entonces el gato aumenta su actividad de lamerse. La manía puede desaparecer espontáneamente, o se remedia si puede identificarse el factor desencadenante.

Otra manía, como en algunos humanos, es morderse las uñas. Aunque esta actividad no es totalmente maniática, demuestra necesidad de entretenimiento. Tiene pocas consecuencias, pero denota un pequeño grado de estrés.

Una forma similar de esta afección se encuentra en algunos que muerden de forma intensa el extremo de su cola y llegan a crearse lesiones sudorosas o hemorrágicas. La causa de esto también parece ser el estrés del gato. Algunas veces una lesión o irritación local, puede precipitar el proceso que se convierte en manía.

Además de estas manías que pueden traer problemas de cierta importancia, los tiene pequeños caprichos y manías que pueden ser graciosas para nosotros,, y no son mas que comportamientos repetitivos que un gato en perfecta salud y equilibrio psíquico, puede inventar, y que repiten a lo largo del día o cuando les apetece hacerlos.

Así hay quienes acechan las piernas de sus amos, lo cual es una persistencia de su instinto depredador, otros esconden cosas, o tiran objetos de los muebles o esconden objetos en algunas partes de la casa, o traen objetos de la calle. Estos comportamientos particulares, les mantienen ocupados y les tranquilizan, sólo se convierten en manías en algunos casos, y realmente sólo es necesario intervenir en algunos casos extremos, el resto del tiempo lo mejor es dejarlos desarrollar los caprichitos que les mantienen ocupados, les reafirman y les calman.

Fuente: comportamientoanimal