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17 febrero 2009

Razas de perros lazarillos

Los perros lazarillos son aquellas mascotas que ayudan a movilizar a los ciegos por la ciudad, tanto en la calle como en los diferentes medios de transporte; es así que los perros lazarillos son permitidos en las cabinas de la mayoría de los aviones, a excepción de aquellos cuyos vuelos están destinados a Irlanda o al Reino Unido, dado a que no está permitido el ingreso de ningún tipo de mascotas…

Las escuelas para perros lazarillos surgieron recién durante la Primera Guerra Mundial. Fue en esta época de guerra cuando tomaron al perro y lo adiestraron como guía del ciego. Estas personas eran el resultado de las nuevas armas empleadas en combate.

Uno de los centros de adiestramiento más importantes fue el creado por Kraemer en Alemania durante el año 1915. Paralelamente, los oficiales del ejército francés Maric y Megnin realizaban experimentos en la perrera de Plessis-Trévise. Luego de la guerra surgieron escuelas para perros lazarillos en Inglaterra, a cargo del Mayor Richardson y en Suiza, una escuela para instructores en la propiedad de Dorothy Harrison Austis.

Gracias a la aparición de estas escuelas se alcanzaron con rapidez los conocimientos actuales sobre estos caninos y las técnicas de adiestramiento. Además, se construyeron una gran cantidad de escuelas en Europa y en Estados Unidos.

Razas de perros lazarillos

Si bien las razas de ovejeros y de defensa pueden emplearse como lazarillos, son los belgas, los ovejeros alemanes, los labradores y los golden retriever aquellos perros mejores calificados para esta tarea; éstos reúnen características como: docilidad, fidelidad e inteligencia. Además, es preferible que sean hembras, dado a que los machos pueden resultar peligrosos si llegan a cruzarse con una perra en celo. Por lo contrario, la hembra es más tranquila y obediente.

La edad que requiere un perro para ser entrenado como lazarillo es entre los catorce y los dieciséis meses de edad. Éste deberá ser adiestrado en un tiempo total de cuatro meses. Al finalizar el mismo tendrá que poner en práctica lo aprendido junto a la persona que tendrá a cargo. De este modo el ciego aprenderá a desplazarse siguiendo al animal. Al concluir el entrenamiento podrán convivir y llevar a cabo una vida normal, ya que el perro le ofrecerá autonomía al amo.