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10 septiembre 2012

El juego en los gatos

El juego es una actividad que realizan los mamíferos superiores, y que va aumentando en la medida que aumenta el desarrollo cerebral de la especie, siendo elevado en los carnívoros y llegando a sus niveles máximos en los primates y el hombre. Parecería ser que cuanto más alto se encuentra una especie en la pirámide ecológica, más posibilidad tiene de desarrollar actividad de juego ya que carece de predadores y tiene más tiempo libre.

Si bien en el hombre el juego puede desarrollarse en un sin número de posibilidades tanto intelectuales como físicas, en los animales su desarrollo ejercita tareas vitales para la supervivencia y la reproducción.

Tipos de juegos

En el gato se observan dos tipos de juegos, los sociales o sea con otros integrantes de la familia y los individuales.

La actividad de juego social (con hermanitos y la madre) comienza muy tempranamente, a las 4 semanas de edad (Pageat) coincidentemente con el inicio del destete y el desarrollo completo del olfato, vista y oído. El gatito tiene un desarrollo mucho más rápido que el perro ya que a las 6 semanas comienza a cazar y a las 8 semanas la mayoría de las gatas desteta a sus cachorros.

Los juegos sociales representados por distintas actividades como saltar uno sobre otro, acecharse, perseguirse, etc. (Beaver) se van incrementando hasta los 4 meses de edad, donde comienzan a declinar coincidentemente con el rechazo de la madre (destete) y el pasaje a la vida solitaria que llevará el gato el resto de su existencia en condiciones naturales.

En este punto hay que recordar que cuando un gatito pasa a ser un animal de compañía, es posible que se mantenga en un estado adolescente permanente como dice Desmond Morris por lo cual estos juegos sociales pueden persistir el resto de su vida asociada a los humanos.

Los juegos individuales se inician a las 6 semanas de edad y se desarrollan completamente a las 8 semanas, esta actividad va a mantenerse prácticamente durante toda la vida del gato adulto, sobre todo del gato que vive adentro y que no tiene la posibilidad de cazar en forma real.

Jugar a cazar

Estos juegos se desarrollan con distintos objetos que en general reflejan la posibilidad de una cacería, por eso también fueron clasificados en 4 tipos, donde se simula: cazar un ratón, saltar para atrapar un pájaro, perseguir un conejo o sacar un pez del agua.

Con respecto a esto último, es interesante el desarrollo que hace D. Morris de este último caso, según las observaciones del comportamiento predador del gato, la forma de cazar o pescar un pez es agazaparte en la orilla del curso de agua, y esperar la presencia de un pez, cuando este aparece, el gato mete la mano en el agua le clava las uñas y lo saca rápidamente del agua tirándolo por sobre su cabeza. Los gatos suelen tirar objetos por sobre su cabeza para practicar esta maniobra, que parece ser regida básicamente por la genética por eso los gatos la practican en sus juegos aunque no tengan la experiencia de haber pescado anteriormente.

Porque juegan los gatos?

Sobre la razón por la que juegan los gatos, no hay todavía unanimidad de criterios. Parecería ser que los juegos sociales de los cachorros, pueden ser prácticas de acercamiento y control de la agresión entre los integrantes de la camada con especial dedicación a la actividad sexual que vendrá unos meses más tarde a partir de la pubertad, otra razón sería poner en práctica la coordinación y fuerza muscular para la futura actividad predatoria.

Los juegos individuales en cambio están orientados exclusivamente a la predación o sea a practicar la forma de subsistencia de la especie. Sucede que todos estos comportamientos son bastante rígidos genéticamente o sea que si bien se pueden mejorar con la experiencia y el aprendizaje, la base genética es muy fuerte y el comportamiento se desarrolla igual instintivamente aunque nunca se haya tenido la experiencia real. Por otro lado está bien demostrado que la actividad de predación no tiene ninguna relación con la saciedad alimenticia, por eso el gato puede cazar o jugar a cazar aun luego de haberse alimentado abundantemente.

Algunos gatos juegan también con sus presas verdaderas como ratones o pájaros, a los cuales no matan inmediatamente sino que liberan y vuelven a cazar durante un tiempo variable. Este comportamiento podría tener varias explicaciones, en principio se podría deber a un comportamiento cauteloso frente a presas grandes y peligrosas para el gato, por lo cual se aseguraría de disminuirlos físicamente para evitar lesiones por parte de ellos. Otra explicación es que las madres necesitan llevar presas vivas pero atenuadas en su agresividad a sus crías para comenzar a educarlas en las prácticas de la predación y la muerte de la presa.

Consejo Final

Un consejo importante para los propietarios de gatos es que nunca se deben realizar juegos donde se estimula la agresión de dichas mascotas, ya que esto puede terminar produciendo serias lesiones hacia las personas que viven en la casa como los niños o ancianos de la familia. En los gatos siempre hay que jugar utilizando un juguete tipo presa (ratón, pájaro, etc.) para estimularlo, nunca hacer que el gato atrape sus manos, pies o tobillos, porque luego puede seguir haciéndolo aunque usted no esté jugando y lo puede lastimar. Los juguetes deben ser de consistencia firme y de tamaño medio para que no sean ingeridos y hay que tener mucho cuidado con los hilos por la posibilidad de que se los traguen y produzcan un cuerpo extraño lineal.

En los gatos son muy utilizados los laberintos hechos con cartón o plástico y que llevan a lugares altos desde donde puedan controlar todo el ambiente.

La Etología clínica es una ciencia moderna que crece día a día y constantemente hay nuevos descubrimientos que van esclareciendo las pautas de comportamiento de nuestros animales de compañía, por lo tanto es de esperar novedades muy interesantes en los próximos años.

Autor: Rubén M. Gatti M.V. Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Felina.

Todo sobre el Bull Terrier

Este maravilloso can tiene una personalidad muy particular. Es un perro con un temperamento muy fuerte por lo que conviene que su propietario tenga un carácter fuerte también capaz de dominarle y hacerle entender unas normas. Es inquieto, nervioso, juguetón, protector y territorial. Siempre tiende a defender aquello que considera suyo más no suele atacar para buscar un enfrentamiento sino más bien gruñir o morder para marcar su postura.

Como todos los perros con este tipo de temperamento necesitan un buen adiestramiento y una buena socialización cuando son pequeños. Si bien es cierto que distintos especímenes de la misma raza pueden mostrar grandes diferencias comportamentales: unos nacen muy dóciles y otros son más nerviosos. Es importante recordar que aunque en su momento fuera creado como un perro de pelea, esto ha pasado a la historia.

Para que puedan vivir correctamente con otros animales debe darse una buena socialización y criarse juntos de pequeños. Si deseamos introducir un animal nuevo en la casa debemos estar seguros que nuestra mascota no es dominante y sabrá aceptar la compañía de otros ya que incluso cuando han crecido juntos puede provocarse algún enfrentamiento aunque el Bull Terrier no suele tener intención de atacar con todas las de la ley sino marcar su territorio.

Es un perro cabezón aunque muy inteligente. Puede conocer todas las reglas y aun así intentar evadirlas por lo que hay que tener paciencia con el. Es muy jugueton y al igual que los gatos vive para autocomplacerse por lo que hay que sacarlo siempre con correa pues se irá con cualquiera que tenga un juguete o una golosina.

Nunca se debe dejar un perro con un niño a solas pero en este caso se debe prestar más atención aún si cabe pues estos preciosos canes no aceptan de buena gana los tirones y empujones que suelen dar los niños cuando juegan por lo que es importante educar a nuestro hijo para que respete al animal y comprenda que no es un juguete. Por todo lo demás es un excelente compañero que muchos de los que han tenido en casa cuentan maravillas: protector, algo “payasete” y juguetón es un compañero ideal.

03 septiembre 2012

Los siete alimentos que no le deberías dar a tu perro

Después de repasar hace unos meses algunos de los peligros que rodean a los perros, hoy compartimos una lista de siete alimentos comunes que no suelen sentar nada bien a nuestras mascotas. Si evitas incluirlos en su dieta mejorarás la calidad de vida de tus amigos de cuatro patas.

Chocolate. A los perros, como a muchos humanos, les encanta el dulce y, por ello, muchas veces podemos sentir la tentación de premiar a nuestra mascota con una onza de este delicioso alimento. Craso error, pues el chocolate contiene teobromina, una sustancia similar a la cafeína que resulta muy tóxica para los perros. Su consumo puede provocarles vómitos, diarreas, jadeos, inquietud e hiperactividad y en los casos más graves un posible paro cardiaco y, por consiguiente, la muerte.

Ajo. El ajo contiene una sustancia llamada tiosulfato, cuyo consumo excesivo puede provocarles anemia, ya que destruye sus glóbulos rojos e impide que sus órganos vitales reciban todo el oxigeno que necesitan. Además, la aparición de los síntomas de esta intoxicación (diarrea y vómitos, pérdida de apetito, dificultad respiratoria o sangre en la orina) no es inmediata.
Cebolla. Al igual que el ajo, la cebolla también es rica en tiosulfato. De hecho, la concentración de esta sustancia es superior, por lo que debemos mantener a nuestros perros y gatos, que son aún más sensibles, alejados de este vegetal.

Palta. Esta fruta, además de poseer un alto contenido en grasas, contiene una sustancia llamada persin que es extremadamente tóxico para los animales. El persin no sólo se encuentra en la carne del fruto, sino también en la semilla, corteza y hojas de la planta.

Huesos. La alimentación tradicional de los perros siempre ha estado asociada a los huesos, que suponen un auténtico manjar para nuestras mascotas. Sin embargo, no es conveniente abusar de ellos, ya que pueden provocar graves problemas en su sistema digestivo, que van desde rotura o desgaste de los dientes o lesiones en la boca hasta asfixia o hemorragias en el estómago o intestinos.

Cerveza. Al igual que le ocurre al ser humano, los perros son incapaces de metabolizar el alcohol. Sin embargo, al tener un peso mucho menor, sus efectos se presentan de forma más acentuada, haciendo que se muestren nerviosos y puedan atacar a alguien o herirse a sí mismos. La levadura de cerveza en polvo, en cambio, posee elevadas cantidades de de vitamina B, que mejora el brillo del pelo y es beneficiosa para el cerebro.

Leche. Tal y como le ocurre a algunos seres humanos, la mayor parte de los perros sufren intolerancia a la lactosa. Al carecer de las enzimas necesarias para digerir los productos lácteos, estos les provocarán vómitos, diarreas y otras molestias gastrointestinales.

La obesidad, un problema para los gatos

La cantidad de calorías que consumen los gatos y el sedentarismo pueden provocar un desorden que puede llevarlos a la obesidad, acortando sus expectativas de vida. La obesidad puede ser un mal harto peligroso para los estos pequeños felinos.

La obesidad en los gatos llega especialmente por la sobrealimentación. Si las calorías consumidas exceden a las calorías gastadas, el gato engordará de forma irremediable. Por ello, se recomiendo suministrar a los gastos solamente alimentos envasados y formulados especialmente para gatos, así como no darles ningún tipo de golosina.

La obesidad en los gatos pueden provocar enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis, asma, hipertensión,desórdenes gastrointestinales, enfermedades del hígado, de la piel, y problemas incluso en la reproducción. En definitiva, los gatos obesos suelen vivir menos que los gatos con un peso adecuado.

Para saber si tu gato está obeso se puede comprobar palpando sus costados; hay que sentir las costillas una por una y poder contarlas. También se puede mirar al gato desde arriba; en este caso, hay que ver su cintura. Si el gato está obeso, lo mejor es llevarlo al veterinario para que elabore un plan de alimentación y ejercicio según la edad y la raza del felino.

Normalmente, los gatos suelen pesar entre 3 y 5 kilos, si bien las razas grandes pueden superar los 6 kilos. Además, las hembras suelen pesar menos que los machos.

Además de las sobrealimentación hay otros factores que pueden provocar que un gato esté obeso. Uno de ellos es la genética. Así, los gatos descendientes de obesos tendrán una mayor predisposición a engordar, lo mismo que los felinoes que desciendan del cruce de dos razas diferentes.

Otro factor que puede provocar obesidad es la castración. Normalmente, los gatos castrados suelene ser más obesos a causa que los cambios hormonales disminuyen sus requerimientos energéticos. Por ello, un gato castrado debe cuidar su alimentación con menos caloría.

Por último, conforme pasan los años, se producen transformaciones en la composición corporal de los gatos. Los felinos perderán masa mascular y ganará peso con lo que se hace más necesario que nunca controlar su peso y estado corporal.

Investigan qué piensan los perros

Foto: Callie lleva protectores en sus orejas debido al ruido del tomógrafo.

Fieles, compañeros, defensores. Los perros tienen una larga lista de cualidades para sus dueños, ¿pero qué sucede en el cerebro de estos animales cuando interactúan con seres humanos?

Nadie había registrado imágenes de los procesos mentales caninos…hasta ahora.

Investigadores de la Universidad Emory en Atlanta, Estados Unidos, captaron una imagen de resonancia magnética funcional del cerebro de un perro que no ha sido sedado. Estas imágenes muestran regiones cerebrales mientras se ejecutan tareas específicas.

"Fue increíble ver las primeras imágenes del cerebro de un perro totalmente alerta", dijo el Dr. Gregory Berns, experto en neurología de Emory.

"Hasta donde sabemos, nadie habia logrado hacer esto. Y esperamos que la metodología abra todo un nuevo capítulo en las investigaciones sobre la cognición de los perros y su relación con los seres humanos, desde una perspectiva canina".

"Como los perros no hablan, no sabemos realmente cuánto entienden. Esperamos obtener una respuesta a través de estas imágenes", dijo Berns a BBC Mundo.

Entrenados

Berns es un conocido neurólogo, cuyos estudios con imágenes de resonancia magnética han investigado desde por qué a los adolescentes les gusta el riesgo hasta qué lleva a algunos adultos a actuar contra las reglas sociales establecidas.

La idea del proyecto con animales surgió cuando Berns supo que un perro de las fuerzas militares estadounidenses había participado en el operativo que mató a Osama Bin Laden.

"Si los perros podían ser entrenados para saltar de helicópteros y aviones, pensé que también podíamos enseñarles a entrar en un tomógrafo".

Todo el proceso fue aprobado por un comité de ética y cuidado animal de la universidad. En esta fase inicial de proyecto participaron dos perros, Callie y McKenzie. Ambos fueron entrenados durante meses a saltar y entrar voluntariamente en el tomógrafo y a mantenerse completamente inmóviles mientras los investigadores medían su actividad cerebral.

Berns construyó incluso un modelo de tomógrafo en su casa para que Callie se habituara a ingresar al aparato. Los investigadores enseñaron a los perros a usar protectores en sus orejas debido al ruido del aparato. También aprendieron a colocar la mandíbula sobre un soporte y a no moverse durante el estudio.

"Sabemos que los perros están cómodos con el estudio por su lenguaje corporal", dijo Mark Spivak, otro de los investigadores. "Callie incluso sube al aparato sola, sin que nadie diga nada y antes de que sea su turno".

Empatía

En el primer experimento, los científicos registraron la actividad del cerebro de los animales ante diferentes estímulos, como señales que los investigadores hacían con las manos.

"Los resultados muestran que los perros prestan mucha atención a las señales humanas", dijo Berns.

Las imágenes captadas son "un primer paso. Queríamos saber si era posible obtener registros con imágenes de resonancia magnética funcional en el caso de perros despiertos", dijo el neurólogo a BBC Mundo.

El próximo paso es buscar respuesta a "toda un variedad de preguntas sobre la comunicación entre perros y seres humanos. ¿Cómo representan los animales a los seres humanos? ¿Nos ven como seres individuales? ¿Tienen empatía?".

El estudio fue publicado en la revista científica PLoS ONE.


29 agosto 2012

Los Hongos en los Gatos

Las enfermedades de la piel en las mascotas son muy comunes. Existen diferentes tipos de enfermedades cutáneas y cada una necesita ser tratada de una manera adecuada.

Las dermatofitosis son infecciones fúngicas superficiales de la piel, causadas por hongos que viven y se multiplican dentro de la piel y dentro de la queratina del pelo y las uñas.

Las dermatofitosis, también llamadas tiñas, presentan la causa más frecuente de infecciones cutáneas en el gato. Las tiñas pueden ser contagiosas para el hombre.

Los dermatofitos responsables de la infección son el micropsporum canis, y eltrichophyton.

Las vías de contagio

Los gatos se contaminan por contacto directo con un animal afectado
En el medio ambiente a través de esporas
A través del material de limpieza (cepillos, peines) collares, juguetes y jaulas de transporte

Existen factores que predisponen a una infección por hongos como:

Él habito de limpieza
El aumento de la hidratación cutánea y la maceración de la piel: esto facilita la penetración de los dermatofitos y la germinación de esporas
La temperatura
Los baños de sol: inhiben la germinación
Los baños frecuentes o la limpieza excesiva predisponen a las infecciones por dermatofitos ya que eliminan las barreras naturales como sebo.

En las dermatofitosis se presenta prurito (comezón) de intensidad invariable, existe una depilación de evolución centrífuga (zonas sin pelo), presencia de escamas, costras y eritema, el pelo generalmente se observa roto o alterado.

La localización más frecuente son la cara y extremidades de los miembros

Si tu gato o tu perro presenta alguna lesión en la piel lo mas indicado es la valoración medica del veterinario, ya que se deben de realizar estudios especiales para diagnosticar la causa de la lesion.

Una enfermedad de la piel puede agravarse y complicarse si el tratamiento no es el adecuado ya que la mayoría de los microorganismos infectates pueden crear una resistencia.

Los perros que persiguen su cola no están jugando: pueden tener un trastorno obsesivo

¿Por qué los perros se persiguen la cola? Es una escena habitual, pero tal vez no sea un juego simpático de nuestras mascotas. Una investigación de la universidad de Helsinki ha encontrado similitudes entre este comportamiento canino y los trastornos obsesivos-compulsivos (TOC) humanos.

Los científicos han observado 400 perros nacidos en Finlandia de las razas bull terrier, bull terrier miniatura, Staffordshire bull terrier y pastor alemán. Una parte de los ejemplares perseguía su cola a diario, otros lo hacían varias veces al mes y otros nunca lo habían hecho. Se ha detectado que los perros que actúan así habían tenido este u otros tics recurrentes desde edades tempranas y que, como ocurre en los seres humanos, también influyen la alimentación, las experiencias de la infancia y la genética.

Muchos de los perros que perseguían su cola también repetían otros gestos lamerse o morderse los costados, tumbarse repentinamente, perseguir sombras…), eran tímidos y se asustaban más con el ruido. El profesor Hannes Lohi, director de la investigación, explicaque también es habitual que las personas con TOC incidan en varios comportamientos u otros trastornos como el autismo.

También es un acto más común entre los perros que fueron separados de su madre o que no recibieron un buen cuidado cuando eran cachorros. La frustración y el estrés, por tanto, son otros factores que determinan estos actos. En cambio, la cantidad de ejercicio que realiza el perro no parece tener ninguna conexión.

También han observado que los animales que consumen complementos de vitaminas y minerales con la comida perseguían su cola con menor frecuencia que el resto. La investigadora Katriina Tira dice que esta tendencia todavía no está probada, pero existen indicios similares en humanos con trastornos obsesivos.

Los genes también tienen un papel importante, según los investigadores. Algunas razas, como los pastores alemanes y los bull terrier, tienen una tendencia mayor que otras a intentar atrapar su cola.

La costumbre de perseguirse la cola no es un juego, sino algo que aparece espontáneamente en algunos ejemplares. Los perros y los humanos comparten entorno y estructura por razas, explica el profesor Lohi, que considera que este descubrimiento va a ayudar a conocer mejor las enfermedades psiquiátricas en el hombre.

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