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19 noviembre 2012

Los bozales para perros

Dentro del mundo del adiestramiento canino existen múltiples corrientes de opinión y métodos. En los últimos años se ha consolidado el llamado adiestramiento positivo o cliker que se basa en premiar al animal cuando hace una acción correcta e ignorarlo cuando no se comporta como nosotros esperamos.

Gracias a este método de trabajo podemos encontrar a perros que bailan junto a sus dueños y obedecen cualquier tipo de orden.

Partiendo de que el castigo físico debe estar completamente censurado, el uso de los bozales puede hacerse necesario en casos de coprofagia o si el animal ha presentado alguna actitud violenta. Además, según la normativa vigente en el caso de las razas potencialmente peligrosas su uso es obligatorio para salir a la calle, según refleja la ley estatal de 2002. Asimismo, puede haber ordenanzas municipales que extiendan su obligatoriedad a otras razas o animales.

La utilidad de los bozales

Tradicionalmente, se ha ligado el bozal con los animales agresivos o con un temperamento fuerte que eran capaces de morder a otros animales u otras personas. Actualmente, el bozal puede tener múltiples utilidades, aunque, según Yolanda Blanco, adiestradora, “para modificar una conducta jamás lo utilizaría, ya que sólo es un parche. Lo ideal es enseñar al perro a dejar de hacerlo, evitar que lo haga no elimina el problema”.

En determinadas situaciones la adiestradora se muestra partidaria de su uso, “para dar un paseo tranquilamente y, por supuesto, para evitar que el perro agreda a alguien”. Del mismo modo, podemos utilizarlo a modo de castigo quitándole libertad, puesto que el bozal estresa mucho a los perros, no les gusta nada y es una buena forma de reprender al animal sin usar el castigo físico.

Las razones para usar bozal

Cristina López, veterinaria de la Clínica A Marosa, enumera las razones por la que los dueños se deciden a usarlo:

- Agresividad del animal: la forma de acabar con este problema es corregir conductas y adiestrar adecuadamente al can. Además, a veces el bozal refuerza las conductas de ataque.
- Coprofagia: el bozal está contraindicado, puesto que este comportamiento es el resultado de situaciones de ansiedad o de una dieta insuficiente, por lo que hay que saber la causa y tratarla.
- Evitar la ingestión de cuerpos extraños o comida del suelo: con el bozal sólo solucionamos pasajeramente este problema, pero la verdadera solución es contactar con un adiestrador.
- Adiestramiento del animal: hay bozales que se usan para educar y corregir algunas conductas indeseadas. - - Son conocidos como Haltie o cabezada de caballo y cuando se tira de él obliga al animal a mirar al suelo corrigiendo su conducta.
- En el veterinario: algunos ejemplares llegan a la consulta muy nerviosos, por lo que el bozal puede ser necesario para evitar mordiscos tanto al veterinario como a los propios dueños.

¿Cuál es el bozal más adecuado?

En primer lugar, tenemos los dos bozales clásicos: el regulable y el de tipo canastilla. Los primeros son muy seguros, aunque terriblemente incómodos para el animal. No son recomendables en caso de animales agresivos puesto que no cierran completamente la boca y pueden pellizcar con los dientes. Por su parte, los de canastilla son un poco menos incómodos por que el animal puede abrir la boca en su interior. En los últimos años, se están lanzando al mercado bozales de cuero que se adaptan a la forma del cráneo de cada raza.

Salir a pasear con un perro que no para de tirar de la correa puede convertirse en una experiencia desagradable para el dueño o incluso peligrosa dependiendo del carácter y tamaño del mismo. Para erradicar esta dificultad muchos adiestradores apuestan por los bozales de tipo Haltie. Yolanda Blanco, opina que este tipo de bozal “no nos ayuda a acabar con el problema, porque no enseña al perro a no estirar sino que le es físicamente imposible hacerlo”. El bozal puede ofrecernos una solución pasajera, pero tenemos que recordar que para acabar con estos comportamientos indeseados debemos educar correctamente a nuestra mascota.

Mi perro ladra muchísimo ¿Qué puedo hacer?

Controlar los ladridos de nuestro perro es una parte muy importante de nuestra responsabilidad como dueño. Ya que los ladridos excesivos pueden resultarnos molestos, no sólo a nosotros, si no también al vecino.
A continuación os daremos la explicación del por qué tu perro ladra constantemente.

Controlar los ladridos del perro es una parte vital en nuestra responsabilidad como dueño. Al fin y al cabo, los ladridos de nuestra mascota pueden resultarnos molestos a nosotros y a nuestro vecinos. Por eso te damos unos simples consejos, en las situaciones más habituales, para que puedas ayudar a tu mascota y así que deje de ladrar.

Por qué hacen tanto ruido

El primer paso para solucionar un problema de estas características es el entender por qué ladra el perro. Algunas perros ladran porque quieren hacerte saber algo. O puede que tengan hambre, quieren jugar o que simplemente tienen sed. Si se pasa de los límites razonables, debemos enseñarle otras maneras de atraer la atención, como darle la pata o esperar cerca de la puerta o incluso del bol de comida.

A la hora de jugar

Muchos perros comienzan a ladrar cuando ven a otros perros, para invitar a estos a jugar con ellos. Esto es muy normal, pero tu eres el que decides la cantidad de ladridos que son aceptables, y hacer callar al perro antes de que empiece a jugar.

Cuando está sólo en casa

Si tu perro se queda sólo, puede ladrar. Intenta dejar puesta la radio o tv para proporcionarle algún ruido humano que le resulte familiar. Además puedes darle algunos juguetes que requieran un trabajo y atención adicional para mantenerlo ocupado mientras estás fuera de casa.

Una gran manera de reducir la ansiedad de tu perro, es darle una vieja prenda de ropa sin lavar o algo que contenga un fuerte olor a la familia. En cuanto vuelvas, juega con el perro y haz ejercicio con él. El perro le habrá echado de menos y no hay mejor manera de restablecer el vínculo que realizando ejercicio.

Las intoxicaciones más frecuentes

Las intoxicaciones son de carácter urgente y requieren de una visita inmediata al veterinario. Suelen producirse por la ingesta de productos no adecuados por parte de nuestras mascotas que provocan una grave reacción el en organismo de éste que debe ser atendida de inmediato ya que puede causar graves daños en su organismo e incluso la muerte. Veamos con qué productos suelen intoxicarse las mascotas con más frecuencia.

Productos de limpieza: Lejía, productos que previenen la aparición de cal, limpiacristales, etc. Son productos fáciles de encontrar en cualquier lugar y que por seguridad deben mantenerse fuera del alcance de los niños y las mascotas.

Desinfectantes sanitarios: Se produce porque algunas mascotas acostumbran a beber el agua de la vasija que en muchas ocasiones estará mezclado con productos desinfectantes. Debemos enseñarle a nuestra mascota dónde está su agua y mantener siempre su bebedero lleno.

Jabones y detergentes: La intoxicación puede producirse por vía oral o por el contacto directo con la piel, es decir, vía tópica.

Bolas de naftalina: Estas bolas se usan para mantener a raya a las polillas y en muchos casos acaban en la boca de nuestra mascota.

Ambientadores: Muy comunes en todos los hogares y altamente peligrosos. Hay que evitar además rociar los ambientadores sobre la comida o agua de nuestras mascotas.

Bolsitas de gel de sílice: Suelen usarse para captar la humedad y las solemos encontrar en las cajas de los productos que compramos como zapatos, bolsos, etc. Debemos mantenerlos fuera del alcance de niños y mascotas.

12 noviembre 2012

Como evitar que nuestro perro tire de la correa

Si tiene un perro de tamaño mediano o grande que tira como un desesperado de la correa, planteese como objetivo lograr que camine a su lado.

Es muy peligroso que tiren con fuerza. La manera de lograrlo es pararse en seco cuando comience a tirar y negarse a avanzar hasta que se relaje. Conviene premiarle, aunque sólo sea con caricias y halagos, mientras ande tranquilo al lado.

Es cuestión de paciencia y perseverancia. No obstante, en caso de que no haya forma, no acuda nunca a los viejos collares de castigo. Existe un ingenio llamado halty, heredero de los cabezales que emplean los caballos, que no le causará el menos daño y que le impedirá tirar como un desesperado, ya que la resistencia se ejerce con la cabeza y no con el cuello, que el animal tiene mucho más fuerte.

Mi gato me muerde cuando lo intento acariciar

En algunas ocasiones tu gato se puede mostrar agresivo de vez en cuando, ya que este te hace marcas de arañazos y mordiscos en los brazos cuando le intentas acariciar. Se trata de un problema frecuente en los gatos. Incluso puede llegar el caso de que tu gato demande caricias, subiéndose a tu regazo para que lo acaricies, y al cabo del rato, te muerde o te da un zarpazo.

En otros post te hemos explicado como puedes evitar que tu gato cace a otros animales. A continuación te explicamos el por qué muerde tu gato cuando le acaricias y los remedios que puedes utilizar para evitarlo.

Los etólogos, que son los especialistas en los comportamientos animales, creen que se trata de un tipo de agresividad asertiva, es decir, por dominar. Por lo que el gato, como animal dominante, quiere hacerse dueño tanto del momento en el cual le empiecen a hacer caricias, como en el momento en el que el dueño debe dejar de dárselas.

Antes de dar el mordisco o el zarpazo, en la mayoría de los casos, el gato te avisa que se está terminando su paciencia. Puedes notarle tenso, con las orejas aplastadas, la cola dando sacudidas… Por lo que debes de ser capaz de reconocer estos signos para dar tratamiento al problema.

Que podemos hacer para corregir esta conducta inadecuada

Primero debes intentar evitar a toda costa la situación en la que el gato se pueda mostrar agresivo. Si tu gato es de los que se sube al regazo y ni siquiera admite una caricia, debes actuar de la siguiente manera:

Siempre observándolo con cuidado, sin demostrar que tienes miedo o estás nervioso, levántate para que el gato se caiga y así lo conseguirás echar de tu regazo. No lo empujes ya que podría interpretarlo como un desafío y enfadarse mucho más. Al cabo del tiempo, cuando tu gato esté más relajado, podéis hablarle con suavidad e incluso darle un premio.

Recuerda que con esto, estás reforzando las conductas adecuadas e ignorando las conductas inadecuadas del gato, lo que llevará a desaparecer en un tiempo.

Que podéis utilizar de premio

Lo más efectivo en cuanto a premios, es la comida. Puedes utilizar algo que vuestro gato le encante. En trozos pequeñitos, para que no se aburra y controlando la cantidad de comida de su dieta habitual para que incluso tenga un poquito de hambre y sea un poco más fácil educarlo.

Cuántas veces al día he de sacar a mi perro

Las salidas que debe realizar nuestro perro a la calle varían con la edad, no siempre será la misma cantidad, sobre todo por que en determinadas etapas, como la de la infancia la necesidad de los cachorros de ir al “baño” es bastante mayor que en otras etapas más adultas.

Hasta las 8 semanas nuestro perro deberá salir a la calle a hacer sus necesidades unas 12 veces al día. Esto se debe a que nuestro perro aún está aprendiendo a hacer bien las digestiones y además, la cantidad de alimento que necesita es mayor por lo que mayores serán las deposiciones también.

A medida que la edad avanza, disminuyen las salidas. Por ejemplo, los perros de 8 a 14 semanas deben salir unas 10 veces al día, los perros de entre 14 y 22 semanas, deben salir unas 8 veces al día, los perros de 22 a 32 semanas saldrán 6 veces al día y por último, los perros en edad adulta salen 4 veces al día.

No es que las 4 veces que salgan nuestro perros necesariamente vayan a hacer popó, pero debemos recordar que también hacen pipi y al igual que nosotros deben acudir al baño regularmente. Resulta fastidioso a veces, pero igualmente y mirándolo de forma optimisma,  nos nos viene mal dar algunos paseos ¿no?

06 noviembre 2012

El lenguaje de los gatos

Los gatos se  expresan mediante un lenguaje corporal que tiene como principal indicador su cola, pero además lo hacen a través de los maullidos y los ronroneos. Por ello, podemos conocer en parte que quieren decir los gatos cuando mueven su cola o realizan maullidos o ronroneos.

En primer lugar, los ronroneos se vinculan con estados placenteros del felino, no obstante en algunos casos son usados para demostrar que se encuentran enfermos o  pretenden comunicar  que les duele o molesta  algo en concreto. Por ello, debemos estar atentos a los ronroneos de nuestro gato.

En relación a los maullidos, pueden ser más bien cortos o muy largos. Si el maullido es corto significa que el gato necesita algo como puede ser que le abran una puerta, le den la comida o le acaricen.  Por su parte, si es maullido es largo representa que el felino se encuentra en  su época de celo.

En cuanto al lenguaje corporal, los gatos que están seguros de sí mismo mantienen su cabeza erguida en tanto  que los más inseguros tienden a andar con la cabeza y la mirada hacia abajo.

Por otro lado, si nuestro gato tiene los ojos entreabiertos  puede significar que tiene sueño o bien puede ser un síntoma de una enfermedad.  Además, si el gato tiene las orejas hacia arriba supondrá que está contento, mas si las dirige hacia delante en ángulo significa que esta  está molesto.

Otro punto interesante son los bigotes. Si están estirados  y hacia delante, supone que el felino está feliz  mientras que hacia atrás viene a demostrar miedo.

Finalmente, hay que fijarse en  la cola la cual comunica bastante sobre el estado del gato.  Cuanto más baja esté la cola supone que el gato está más triste. Si mueve rápidamente la cola denota enfado e incluso agrevisidad, mientras que si el movimiento es suave supone tranquilidad y concentración. Por último, si el gato arquea e infla la cola significa que puede atacarnos.  

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