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14 septiembre 2012

La buena vida de las mascotas japonesas

Japón cuenta unos 126 millones de habitantes y tiene 21,5 millones de mascotas, una cifra superior a los 16,9 millones de japoneses menores de 15 años. De este modo, el sector de los animales de compañía durante el año pasado facturó unos 138.000 millones de yenes (1.410 millones de euros), según datos facilitados de la Asociación japonesa de Productos para Mascotas.

La principal mascota es el perro, que genera unas ventas muy próximas a los 89.000 millones de yenes (1.010 millones de de euros), seguido por el gato, que llega a los unos 24.000 millones de yenes (240 millones de euros) del total del sector.

Las firmas de moda más destacadas ha invertido en el mundo de las mascotas niponas. De este modo, compañías de la sofisticación y el lujo como Dior o Gucci lucen en sus escaparates correas, collares o bolsos adaptados a los animales de compañía.

Ataviados con pintorescos trajes, peinados a la última moda, con coleta, transportados en carritos para bebés o portando calcetines para no dañar sus patas, los perros en Japón recorren las calles como si fueran un ser humano.

Incluso las mascotas puede disfrutar de clases de natación, peluquería y pedicura, “suites” de lujo, tratamientos de barro o aromaterapia y lo más moderno en la moda de verano.

En grandes ciudades como Tokio, se opta más por las mascotas pequeñas, como los perros “chihuahua”, que se han hecho muy populares al adaptarse perfectamente a las pequeña viviendas niponas y la solitaria vida de muchos trabajadores.

Hoy en día, las mascotas gozan de una cada vez mayor esperanza de vida debido a la alimentación, los cuidados y los avances en medicina, en muchos casos con tratamientos muy caros, lo que ha provocado la contratación de seguros privados médicos para animales de compañía en el país asiático.

Finalmente, desde hace poco tiempo las compañías aseguradoras ofrecen coberturas para mascotas cuyos precios oscilan dependiendo de la edad y el tipo de animal. De este modo, el seguro para un cachorro de un año ronda los 2.370 yenes (unos 25 euros) al mes y cubre la mitad de los gastos médicos hasta un cierto límite.

Mascotas: Adopción, qué información necesitamos saber

A la hora de adoptar, hay una serie de aspectos que debemos tener en cuenta para lo que es bueno tomarse un tiempo para reflexionar. Debemos saber qué animal queremos adoptar; un gato o un perro. (No encontraremos más que esto en una perrera o protectora). Nuestras posibilidades pueden no estar de acuerdo con nuestros deseos así que también debemos tener esto en cuenta.

Si vivimos de alquiler debemos saber que quizás un perro demasiado grande no nos convenga, pues hay propietarios que no lo aceptarán. Si sabemos con certeza que así será, adelante. A la hora de adoptar debemos ir con la cabeza libre de prejuicios, no existen perros malos, ni perros ariscos o salvajes. Existen perros tristes y abandonados.

Estarí bien obtener un poco de información acerca de la historia del animal, saber de dónde proviene y a qué ha podido psicológicamente estar expuesto. esto es importante porque si sabemos que tiene una actitud asustadiza, podremos así ofrecerle los recursos necesarios para que pueda superar sus temores.

Debemos tener en cuenta que si adoptamos un perro que ya ha sido abandonado, tenemos la responsabilidad de no volver a hacerle lo mismo por lo que debemos tomar una decisión consciente y responsable con la que seamos consecuentes. Y para desmitificar prejuicios también es conveniente que sepamos que por norma general aquellos perros y gatos que han sido abandonados siempre tienen a ser más agradecidos por esa segunda oportunidad. No le falles.

10 septiembre 2012

El síndrome de hiperestesia en los gatos

El síndrome de hiperestesia en los gatos se manifiesta con la agresión en forma espontánea. Para evitar en gran parte este mal, es muy importante que el gato no esté estresado.

El síndrome de hiperestesia se da con más frecuencia en los gatos orientales, en las razas siamés, himalaya, birmano, y abisinio. Esta enfermedad es más frecuente entre 1 y 4 años. El síndrome de hiperestesia parece no tener una causa conocida y la agresión se conoce como idiopática.

El síndrome de hiperestesia se manifiesta de tres maneras distintas.

La piel ondulante, es cuando disfruta mucho de su cola, y de la parte baja de su espalda, pero en casos muy graves el gato se automutila.

Cuando el gato tiene agresiones inexplicadas. El gato está amigable, muy tranquilo, queda alegre cuando lo atienden y de pronto, se pone muy agresivo.

La tercera manifestación son las convulsiones. Las convulsiones son un episodio de actividad anormal del cerebro, que se manifiesta como una actividad motora incontrolada, los investigadores creen que el estrés desarrolla ataques de pánicos, y trastornos obsesivos-compulsivos.

Si se sospecha que la mascota felina tiene el síndrome de hiperestesia, hay que llevarlo al veterinario para que le haga estudios neurológicos.

Cuando se sabe que el gato sufre esa enfermedad se pueden evitar los golpes fuertes, los aplausos fuertes, y otras cosas que los sorprenda y los pueda sobresaltar.

Los gatos como las personas responden a tratamientos contra las convulsiones, ansiedad, y depresión, enfermedades que actúan sobre el cerebro del animal.

El juego en los gatos

El juego es una actividad que realizan los mamíferos superiores, y que va aumentando en la medida que aumenta el desarrollo cerebral de la especie, siendo elevado en los carnívoros y llegando a sus niveles máximos en los primates y el hombre. Parecería ser que cuanto más alto se encuentra una especie en la pirámide ecológica, más posibilidad tiene de desarrollar actividad de juego ya que carece de predadores y tiene más tiempo libre.

Si bien en el hombre el juego puede desarrollarse en un sin número de posibilidades tanto intelectuales como físicas, en los animales su desarrollo ejercita tareas vitales para la supervivencia y la reproducción.

Tipos de juegos

En el gato se observan dos tipos de juegos, los sociales o sea con otros integrantes de la familia y los individuales.

La actividad de juego social (con hermanitos y la madre) comienza muy tempranamente, a las 4 semanas de edad (Pageat) coincidentemente con el inicio del destete y el desarrollo completo del olfato, vista y oído. El gatito tiene un desarrollo mucho más rápido que el perro ya que a las 6 semanas comienza a cazar y a las 8 semanas la mayoría de las gatas desteta a sus cachorros.

Los juegos sociales representados por distintas actividades como saltar uno sobre otro, acecharse, perseguirse, etc. (Beaver) se van incrementando hasta los 4 meses de edad, donde comienzan a declinar coincidentemente con el rechazo de la madre (destete) y el pasaje a la vida solitaria que llevará el gato el resto de su existencia en condiciones naturales.

En este punto hay que recordar que cuando un gatito pasa a ser un animal de compañía, es posible que se mantenga en un estado adolescente permanente como dice Desmond Morris por lo cual estos juegos sociales pueden persistir el resto de su vida asociada a los humanos.

Los juegos individuales se inician a las 6 semanas de edad y se desarrollan completamente a las 8 semanas, esta actividad va a mantenerse prácticamente durante toda la vida del gato adulto, sobre todo del gato que vive adentro y que no tiene la posibilidad de cazar en forma real.

Jugar a cazar

Estos juegos se desarrollan con distintos objetos que en general reflejan la posibilidad de una cacería, por eso también fueron clasificados en 4 tipos, donde se simula: cazar un ratón, saltar para atrapar un pájaro, perseguir un conejo o sacar un pez del agua.

Con respecto a esto último, es interesante el desarrollo que hace D. Morris de este último caso, según las observaciones del comportamiento predador del gato, la forma de cazar o pescar un pez es agazaparte en la orilla del curso de agua, y esperar la presencia de un pez, cuando este aparece, el gato mete la mano en el agua le clava las uñas y lo saca rápidamente del agua tirándolo por sobre su cabeza. Los gatos suelen tirar objetos por sobre su cabeza para practicar esta maniobra, que parece ser regida básicamente por la genética por eso los gatos la practican en sus juegos aunque no tengan la experiencia de haber pescado anteriormente.

Porque juegan los gatos?

Sobre la razón por la que juegan los gatos, no hay todavía unanimidad de criterios. Parecería ser que los juegos sociales de los cachorros, pueden ser prácticas de acercamiento y control de la agresión entre los integrantes de la camada con especial dedicación a la actividad sexual que vendrá unos meses más tarde a partir de la pubertad, otra razón sería poner en práctica la coordinación y fuerza muscular para la futura actividad predatoria.

Los juegos individuales en cambio están orientados exclusivamente a la predación o sea a practicar la forma de subsistencia de la especie. Sucede que todos estos comportamientos son bastante rígidos genéticamente o sea que si bien se pueden mejorar con la experiencia y el aprendizaje, la base genética es muy fuerte y el comportamiento se desarrolla igual instintivamente aunque nunca se haya tenido la experiencia real. Por otro lado está bien demostrado que la actividad de predación no tiene ninguna relación con la saciedad alimenticia, por eso el gato puede cazar o jugar a cazar aun luego de haberse alimentado abundantemente.

Algunos gatos juegan también con sus presas verdaderas como ratones o pájaros, a los cuales no matan inmediatamente sino que liberan y vuelven a cazar durante un tiempo variable. Este comportamiento podría tener varias explicaciones, en principio se podría deber a un comportamiento cauteloso frente a presas grandes y peligrosas para el gato, por lo cual se aseguraría de disminuirlos físicamente para evitar lesiones por parte de ellos. Otra explicación es que las madres necesitan llevar presas vivas pero atenuadas en su agresividad a sus crías para comenzar a educarlas en las prácticas de la predación y la muerte de la presa.

Consejo Final

Un consejo importante para los propietarios de gatos es que nunca se deben realizar juegos donde se estimula la agresión de dichas mascotas, ya que esto puede terminar produciendo serias lesiones hacia las personas que viven en la casa como los niños o ancianos de la familia. En los gatos siempre hay que jugar utilizando un juguete tipo presa (ratón, pájaro, etc.) para estimularlo, nunca hacer que el gato atrape sus manos, pies o tobillos, porque luego puede seguir haciéndolo aunque usted no esté jugando y lo puede lastimar. Los juguetes deben ser de consistencia firme y de tamaño medio para que no sean ingeridos y hay que tener mucho cuidado con los hilos por la posibilidad de que se los traguen y produzcan un cuerpo extraño lineal.

En los gatos son muy utilizados los laberintos hechos con cartón o plástico y que llevan a lugares altos desde donde puedan controlar todo el ambiente.

La Etología clínica es una ciencia moderna que crece día a día y constantemente hay nuevos descubrimientos que van esclareciendo las pautas de comportamiento de nuestros animales de compañía, por lo tanto es de esperar novedades muy interesantes en los próximos años.

Autor: Rubén M. Gatti M.V. Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Felina.

Todo sobre el Bull Terrier

Este maravilloso can tiene una personalidad muy particular. Es un perro con un temperamento muy fuerte por lo que conviene que su propietario tenga un carácter fuerte también capaz de dominarle y hacerle entender unas normas. Es inquieto, nervioso, juguetón, protector y territorial. Siempre tiende a defender aquello que considera suyo más no suele atacar para buscar un enfrentamiento sino más bien gruñir o morder para marcar su postura.

Como todos los perros con este tipo de temperamento necesitan un buen adiestramiento y una buena socialización cuando son pequeños. Si bien es cierto que distintos especímenes de la misma raza pueden mostrar grandes diferencias comportamentales: unos nacen muy dóciles y otros son más nerviosos. Es importante recordar que aunque en su momento fuera creado como un perro de pelea, esto ha pasado a la historia.

Para que puedan vivir correctamente con otros animales debe darse una buena socialización y criarse juntos de pequeños. Si deseamos introducir un animal nuevo en la casa debemos estar seguros que nuestra mascota no es dominante y sabrá aceptar la compañía de otros ya que incluso cuando han crecido juntos puede provocarse algún enfrentamiento aunque el Bull Terrier no suele tener intención de atacar con todas las de la ley sino marcar su territorio.

Es un perro cabezón aunque muy inteligente. Puede conocer todas las reglas y aun así intentar evadirlas por lo que hay que tener paciencia con el. Es muy jugueton y al igual que los gatos vive para autocomplacerse por lo que hay que sacarlo siempre con correa pues se irá con cualquiera que tenga un juguete o una golosina.

Nunca se debe dejar un perro con un niño a solas pero en este caso se debe prestar más atención aún si cabe pues estos preciosos canes no aceptan de buena gana los tirones y empujones que suelen dar los niños cuando juegan por lo que es importante educar a nuestro hijo para que respete al animal y comprenda que no es un juguete. Por todo lo demás es un excelente compañero que muchos de los que han tenido en casa cuentan maravillas: protector, algo “payasete” y juguetón es un compañero ideal.

03 septiembre 2012

Los siete alimentos que no le deberías dar a tu perro

Después de repasar hace unos meses algunos de los peligros que rodean a los perros, hoy compartimos una lista de siete alimentos comunes que no suelen sentar nada bien a nuestras mascotas. Si evitas incluirlos en su dieta mejorarás la calidad de vida de tus amigos de cuatro patas.

Chocolate. A los perros, como a muchos humanos, les encanta el dulce y, por ello, muchas veces podemos sentir la tentación de premiar a nuestra mascota con una onza de este delicioso alimento. Craso error, pues el chocolate contiene teobromina, una sustancia similar a la cafeína que resulta muy tóxica para los perros. Su consumo puede provocarles vómitos, diarreas, jadeos, inquietud e hiperactividad y en los casos más graves un posible paro cardiaco y, por consiguiente, la muerte.

Ajo. El ajo contiene una sustancia llamada tiosulfato, cuyo consumo excesivo puede provocarles anemia, ya que destruye sus glóbulos rojos e impide que sus órganos vitales reciban todo el oxigeno que necesitan. Además, la aparición de los síntomas de esta intoxicación (diarrea y vómitos, pérdida de apetito, dificultad respiratoria o sangre en la orina) no es inmediata.
Cebolla. Al igual que el ajo, la cebolla también es rica en tiosulfato. De hecho, la concentración de esta sustancia es superior, por lo que debemos mantener a nuestros perros y gatos, que son aún más sensibles, alejados de este vegetal.

Palta. Esta fruta, además de poseer un alto contenido en grasas, contiene una sustancia llamada persin que es extremadamente tóxico para los animales. El persin no sólo se encuentra en la carne del fruto, sino también en la semilla, corteza y hojas de la planta.

Huesos. La alimentación tradicional de los perros siempre ha estado asociada a los huesos, que suponen un auténtico manjar para nuestras mascotas. Sin embargo, no es conveniente abusar de ellos, ya que pueden provocar graves problemas en su sistema digestivo, que van desde rotura o desgaste de los dientes o lesiones en la boca hasta asfixia o hemorragias en el estómago o intestinos.

Cerveza. Al igual que le ocurre al ser humano, los perros son incapaces de metabolizar el alcohol. Sin embargo, al tener un peso mucho menor, sus efectos se presentan de forma más acentuada, haciendo que se muestren nerviosos y puedan atacar a alguien o herirse a sí mismos. La levadura de cerveza en polvo, en cambio, posee elevadas cantidades de de vitamina B, que mejora el brillo del pelo y es beneficiosa para el cerebro.

Leche. Tal y como le ocurre a algunos seres humanos, la mayor parte de los perros sufren intolerancia a la lactosa. Al carecer de las enzimas necesarias para digerir los productos lácteos, estos les provocarán vómitos, diarreas y otras molestias gastrointestinales.

La obesidad, un problema para los gatos

La cantidad de calorías que consumen los gatos y el sedentarismo pueden provocar un desorden que puede llevarlos a la obesidad, acortando sus expectativas de vida. La obesidad puede ser un mal harto peligroso para los estos pequeños felinos.

La obesidad en los gatos llega especialmente por la sobrealimentación. Si las calorías consumidas exceden a las calorías gastadas, el gato engordará de forma irremediable. Por ello, se recomiendo suministrar a los gastos solamente alimentos envasados y formulados especialmente para gatos, así como no darles ningún tipo de golosina.

La obesidad en los gatos pueden provocar enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis, asma, hipertensión,desórdenes gastrointestinales, enfermedades del hígado, de la piel, y problemas incluso en la reproducción. En definitiva, los gatos obesos suelen vivir menos que los gatos con un peso adecuado.

Para saber si tu gato está obeso se puede comprobar palpando sus costados; hay que sentir las costillas una por una y poder contarlas. También se puede mirar al gato desde arriba; en este caso, hay que ver su cintura. Si el gato está obeso, lo mejor es llevarlo al veterinario para que elabore un plan de alimentación y ejercicio según la edad y la raza del felino.

Normalmente, los gatos suelen pesar entre 3 y 5 kilos, si bien las razas grandes pueden superar los 6 kilos. Además, las hembras suelen pesar menos que los machos.

Además de las sobrealimentación hay otros factores que pueden provocar que un gato esté obeso. Uno de ellos es la genética. Así, los gatos descendientes de obesos tendrán una mayor predisposición a engordar, lo mismo que los felinoes que desciendan del cruce de dos razas diferentes.

Otro factor que puede provocar obesidad es la castración. Normalmente, los gatos castrados suelene ser más obesos a causa que los cambios hormonales disminuyen sus requerimientos energéticos. Por ello, un gato castrado debe cuidar su alimentación con menos caloría.

Por último, conforme pasan los años, se producen transformaciones en la composición corporal de los gatos. Los felinos perderán masa mascular y ganará peso con lo que se hace más necesario que nunca controlar su peso y estado corporal.

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