Lo adoptó una familia de Nueva Jersey, Estados Unidos, que lo someterá a una estricta dieta para logre bajar algunos de sus casi 20 kilos. Le están construyendo un castillo para que viva el felino viva "como se merece"
Hace unos días, una mujer del estado de Nueva Jersey alertó a la policía al ver merodeando su casa un extraño animal, que finalmente resultó ser un enorme y manso gato blanco que pesaba 44 libras (19,9 kilos) y que fue bautizado como "Prince Chunk" ("el Príncipe Fornido").
El felino, que se cree que es el gato vivo más gordo del mundo, se hizo famoso en Estados Unidos al aparecer en el popular programa de televisión Good Morning America, que logró que más de medio millar de personas llamaran interesadas en adoptarlo.
Sólo se conoce otro gato en la historia más gordo que este: un felino australiano ya fallecido que pesaba un kilo más que el estadounidense, según la prensa local.
Aunque parezca mentira, "además de su extrema obesidad, el gato está perfectamente sano. Simplemente está sobrealimentado", aseguraba hoy Catherine Harr, responsable del albergue para animales de Camden (Nueva Jersey), en el diario Daily News.
En ese albergue se ha seleccionado un hogar para el animal entre los cientos de estadounidenses que han querido adoptarlo.
Según han publicado estos días los medios estadounidenses, la dueña del corpulento gato era una mujer de Nueva Jersey llamada Donna Oklatner, que lo abandonó después de perder su vivienda por no poder pagar la hipoteca.
El padre de su nueva familia está construyendo un "castillo" para que el gato "sea tratado como un príncipe", explicó Harr al citado diario, y detalló que el animal ya ha sido puesto a dieta y sometido a un programa de ejercicio.