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15 mayo 2013

Salud Mascotas ¿Qué es y como se trata la Leishmaniosis Canina?

La Leishmaniosis Canina es una enfermedad infectocontagiosa causada por un protozoario conocido como Leishmania spp., transmitido por la picadura de un mosquito flebótomo infectado.

La transmisión de la enfermedad no ocurre de un perro infectado a un perro sano, sino que la transmisión solo ocurre cuando el animal es atacado por dicho mosquito. Una vez enfermo, el perro no ofrece riesgo para otros animales y tampoco para los humanos.

Así que, los humanos, al contrario de lo que se piensa, solo pueden contraer la enfermedad si también picados por el mosquito portador de la Leishmaniosis. Los gatos no son acometidos por este tipo de patología.

La confirmación de la enfermedad puede ser hecha a través de pruebas de sangre que apunten el aumento de enzimas hepáticas o anemia. Los exámenes citológicos, realizados a partir de pequeñas amuestras de tejidos, como la medula ósea, bazo e hígado también pueden confirmar la presencia de la enfermedad en tu mascota.

Los síntomas más comunes asociados a la Leishmaniosis son descamación en la piel, resecamiento, pelos quebradizos, nódulos en la piel, ulceras, fiebre, atrofia muscular, debilidad, anorexia, falta de apetito, vómitos, diarrea, lesiones oculares y también sangrado. En su faceta más grave, la Leishmaniosis puede causar anemia y otras enfermedades inmunes.

El tratamiento de la Leishmaniosis es polémico, muchas personas creen que el animal debe ser sacrificado. Sin embargo, el tratamiento puede ser sintomático, realizado con medicaciones veterinarias vía oral.

La mejor forma de proteger tu mascota es previniendo. Las efectivas vacunas aliadas a combate al insecto transmisor como aplicación de insecticidas en el ambiente y uso de repelentes caninos son buenas medidas en zonas donde la tasa de Leishmaniosis es alta.

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