Como detectar la depresión canina

A veces cuando nuestra mascota no están de humor, se aíslan o se vuelven un poco violentos decimos que nuestro perro tiene algún malestar físico, pero esto no es tan así ya que los perros también sufren de problemas psicológicos como la depresión.

Este tipo de comportamiento canino en la mayoría de los casos no son tomados en cuenta por los dueños de los animales, pero hay que tener en cuenta que son bastante frecuentes, es por ello que un grupo de investigadores comenzó a estudiar a la “depresión Canina” para encontrarle algún tipo de solución. Es por ello que si comienzas a notar que tu mascota se comporta de un modo extraño te recomendamos que lo lleves a un especialista.

Tanto las conductas violentas de los perros como las depresivas tienen una causa, estas pueden haber sucedido en algún momento de su vida o en un momento cercano, que el perro no puede olvidar, quedando la mala situación en su memoria.

Según los especialistas para cada tipo de comportamiento existe una causa distinta, pero lo más común es que el comportamiento extraño se produzca debido a un problema que tuvo el animal en su entorno.

Es importante que sepamos que los culpables de los cambios de comportamiento en el perro, en la mayoría de los casos son los dueños, ya sea por no prestarles atención, por excluirlo de la familia, por el rechazo, etc.

Pero también están aquellas causas de los estados hepáticos y depresivos del perro, que pueden producirse por que el perro esta aburrido, por que se sienten solos, o por que el animal se siente incomodo con esas personas. Pero el factor que produce la depresión canina es la falta de amor, de cuidado, y la falta de compañía.

La primera visita al veterinario

Durante su primera visita al veterinario es normal que las mascotas sientan ansiedad y nervios (incluso algunas sufren un cuadro de estrés no dejando de ladrar, llorar y en extremos se ponen furiosos y quieren atacar), por lo que es vital que nuestra compañía les brinde confianza y así se sientan seguros. Para evitar que esta situación sea constante, se recomienda que la mascota cree un vínculo con el veterinario de forma que lo convierta en su segundo mejor amigo.

En los primeros tres a cuatro meses de vida de la mascota debemos llevarlo al veterinario de forma mensual para que sea controlado su peso, tamaño, comportamiento, pelaje y alimentación, mientras que a partir del quinto mes, ya podemos espaciar un poco las visitas pero sin dejar de controlar su salud.

Qué debemos preguntar en el veterinario

Son seis las preguntas básicas que debemos realizar al veterinario a fin de poder brindarle la mejor calidad de vida posible a nuestra mascota. Estas preguntas son:
 

- Cuál es el calendario de vacunas para mi mascota. Esta pregunta es indispensable pues las vacunas son los refuerzos necesarios para que la mascota crezca saludablemente.
- Cuál es la periodicidad para desparasitar a nuestra mascota. Regularmente es cada seis meses pero igual es una consulta que debemos realizar.
- Qué alimento es el recomendado para la mascota. Según su tamaño y etapa de la vida en que se encuentre, nuestra mascota tendrá una variedad de alimentos, galletas, suplementos vitamínicos, entre otros, que podrá consumir.
- Cuál es la forma correcta de alimentarlo. Esta pregunta es fundamental pues algunas mascotas necesitan alimentarse dos o tres veces al día, otras de menor de tamaño necesitarán de una a dos raciones más pequeñas, entre otros detalles que debemos tener en claro.
- Qué cuidados tener con las uñas y orejas. Esto parecerá tonto pero es importante saberlo, por ejemplo, hay razas que tienen las orejas de una forma que se facilita que les ingrese agua por lo que puede darle otitis, además, las uñas deben mantenerse cortas para evitar que pueda arañarse o crearse motas en el pelaje al rascarse.

La primera consulta

Al llegar el veterinario tendrá que realizar la apertura del expediente de la mascota para complementar información básica como nombre, raza, color, edad, sexo y fecha de nacimiento.

Después, procederá a realizar un examen de reconocimiento donde revisará la condición física de la mascota, temperatura, ritmo cardiaco, ganglios, respiración, etc. Como siguiente paso, el veterinario nos preguntará cuál es la rutina de nuestra mascota y sus hábitos como momentos de jugar, horas de comer, de dormir, de salir a pasear, entre otros.

Finalmente, es seguro que reciba un tratamiento preventivo como la realización de análisis para descartar la posible existencia de parásitos o alguna enfermedad de nacimiento.
Estar más cerca de ellos

Aquellos que somos amantes de los animales vemos los curso veterinaria no sólo como una opción laboral sino como una manera de cuidar a los seres que más amamos, de ahí que tantos otros se  planteen cómo trabajar en los concursos de mascotas de forma flexible haciéndose curso de azafata para poder estar presentes en todos estos momentos.

Diarrea en los perros

El sistema digestivo canino es muy similar al humano, por lo que la diarrea en ocasiones podría ser normal en según qué condiciones se den. La diarrea es un aumento de la cantidad de agua en la materia fecal, acompañado de una mayor frecuencia y un mayor volumen de las heces. La diarrea puede presentarse de forma aguda o crónica siendo la más común la aguda que en general sólo requiere un tratamiento sintomático y se cura sola.

La diarrea agua puede ser de origen infecciosa, (provocada por un virus), tóxica o metabólica (la diarrea se presenta sólo como un síntoma de la enfermedad que padezca el perro); y dietaria (provocada por una excesiva cantidad de comida, cambio brusco en la dieta o sensibilidad al alimento ingerido)

La diarrea crónica se da cuando la misma se prolonga más de dos o tres semanas. En estos casos se debe siempre recurrir a un veterinario. Casi siempre se observa pérdida de peso, pelo opaco, apetito variable y vómitos. La diarrea puede presentarse de forma continua o intermitente.

Las causas pueden ser varias: una enfermedad inflamatoria del intestino, un síndrome de mala absorción, desórdenes funcionales del intestino, alteraciones metabólicas o tumores. En cualquier caso, uno del os tratamientos para la diarrea es una dieta fácilmente digerible para que los intestinos puedan “descansar”. Podemos adquirirla en tiendas especializadas y evitar la comida casera hasta que la diarrea remita ya que en muchos casos carece de nutrientes necesarios.

Consejos para leer las etiquetas de los alimentos caninos

Las etiquetas de los  envases de los alimentos para perros contienen mucha información de carácter nutricional. Estos datos ayudan para que los dueños se decantan por uno u otro alimento para su mascota. Por ello, resulta importante aprender más sobre esta información.

En primer lugar, hay que fijarse en la ración diaria  que debe tomar el perro según el peso. Mediante unos iconos, las etiquetas informan  de los gramos diarios que el canino puede  ingerir para evitar el sobrepeso y la obesidad. Además, debe poner la cantidad total de alimento que contiene el recipiente en gramos y, a veces, aparece el número de comidas que puede realizar el perro.

En segundo lugar,  la fecha de caducidad sirve como referencia para conocer  cuándo el producto no está en condiciones aptas para ser consumido. Es un dato muy importante y que no debemos olvidar jamás.

Lueo, hay que fijarse en los datos del fabricante entre los que debe  constar el nombre de la empresa, su dirección y un teléfono de atención al consumidor, al que poder llamar en caso de dudas,  reclamaciones u otras cuestiones.

Además,  en el envase deben aparecer otros datos como  las calorías, proteínas y modo de conservación. También tiene que  advertirse claramente  la necesidad de mantener el producto en un lugar seco y fresco, nunca expuesto a a luz sola, hasta la fecha de su caducidad.

 Por otra parte, la información de las etiquetas para piensos ha mejorado en los últimos años. Los dueños de perros pueden comprar piensos para perros enfermos, cachorros, canes mayores o esterilizados. Esta variedad de piensos abarca todas  las necesidades de cada perro y, debido a ello, las etiquetas deben contener suficiente información para que el consumidor sepa las características y cualidades del alimento que compra para su perro.

Cómo puedes evitar que tu gato cace animales

Las personas que tenemos gato, solemos al principio estar muy encima de él. Como cualquier animal, el gato, no nace con las conductas apropiadas aprendidas. Debemos ir poco a poco instaurándoselas en su comportamiento, hasta llegar a conseguir que las conozca por completo. Uno de los problemas que nos podemos encontrar, es que tu gato le guste cazar animales.

Hoy te explicamos en el siguiente post, te comentaremos que puedes hacer para poder controlar el apetito o la caza de tu gato.

Los gatos tienen un instinto cazador. Sólo tienes que probar a esconderte y verás como él se pone en posición de caza para poder atraparte. Uno de los problemas que nos podemos encontrar, es que tu gato lleve esto al extremo, es decir, que cuando salga a la calle, continúe cazando animales, aunque luego ni se los coma. Si a tu gato le ocurre esto, sigue nuestros consejos para que tu gato se acostumbre a no hacer esto.

Como poder evitar que tu gato cace animales

Los gatos, por instinto, lo que caza, se lo come, pero hay remedios para que no lo haga. Lo primero que aconsejamos desde AnimalesMascotas, es que antes de salir de casa, tienes que darle algo sabroso para el gato, ya sea un pescado hervido, un filete frito que tengamos por la nevera,… dándole bastante cantidad. Con esto conseguirás que cuando salga ya no tenga ganas de comer animales de campo, pero puede suceder que por costumbre vuelva a repetirlo.

Regáñale sin excederte

Si tu le ves cazando y está cerca de ti, abre tu mano, se la acercas con energía como a medio metro, y en voz alta y seria le dices un NO. Después de esto, no le acaricies, le cojas, o le hagas un gesto cariñoso, ya que él entenderá que eso no se debe hacer. Si ves que vuelve a hacerlo otra vez, coge un pulverizador o algo que pueda echar líquido, y cuando lo veas haciendo eso le echas un chorro de agua, y vuelves a repetir el NO.

Cómo enseñar a nuestro perro a prestar atención

Hoy vamos a presentar un ejercicio muy útil para conseguir que nuestro perro nos preste atención. Eso sí, antes de hacerlo debemos habernos asegurado que nuestro perro reconoce su nombre. Con este aprendizaje evitaremos que nuestro perro se distraiga a toda costa y no nos preste atención.

Para enseñar a nuestro perro a prestar atención debemos llevarle a un lugar donde hayan distracciones, si es en nuestro hogar podemos dejarlo suelto, si estamos en la calle debemos llevarlo sujeto con la correa. Nuestro perro comenzará a olfatear y explorar el lugar. Debemos quedarnos quietos y esperar. Cuando por el mismo nos mire debemos hacer “click” y darle un pedazito de comida.

Debemos repetir este ejercicio las veces que sean necesarias para que nuestro perro termine entendiendo que mirarnos y estar pendientes a nosotros tienen consecuencias positivas. Si nuestro perro está suelto será mejor comprarse un clicker para que nuestro perro pueda oirlo aunque esté lejos.

Si no es el caso podemos hacer el sonido con la lengua. Este proceso de aprendizaje, como todos, conlleva un tiempo pero es muy importante pues evitaremos que nuestro perro sucumba a la tentación de las distracciones olvidándose por completo de nosotros. Este es uno de los mayores problemas que comentan los que tienen perros en casa y con este sencillo ejercicio se puede corregir.

El gato americano de pelo corto

El origen de este gato proviene de los llevados a América desde Europa en el siglo XVII por emigrantes y con aportes de británico de pelo corto, posteriormente; fijándose hacia 1.900 la raza. Esta raza se caracteriza por tener una cabeza llena, orejas derechas, mejillas redondas, mandíbulas potentes, bigotes largos y ojos redondos y algo rasgados a juego con su pelaje.

Su cuerpo presenta una estructura solida con espalda y pecho bien desarrollados, fuertes pies y patas robustas; cola de longitud media ancha en su base. En cuanto a su pelaje, diremos que es fuerte y duro, corto, y más tupido en invierno, pero no lanoso; el color de su pelo podemos reconocerlo en una gama extensa.

Buen cazador, afectuoso, casero e inteligente son algunos de los atributos que le definen en su carácter, pudiéndose adaptar a vivir en un piso, aunque mejor si disponemos de terraza o jardín en el. En cuanto a cuidados se refiere, un cepillado y un baño de forma esporádica serán suficientes para mantenerlo cuidado; pelo excesivamente ligero o demasiado largo, cuerpo delgado u obeso y cola muy corta son los tres principales defectos que podemos encontrarle. Uno de sus colores mas habituales que podemos encontrarlo es chinchilla, con vientre y pecho blancos, nariz color ladrillo, ojos verde azulado o azulado.