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23 noviembre 2012

Mi perro ataca a los otros perros

Es muy importante controlar el enfrentamiento que pueda tener tu perro con otros. Lo común en estos casos es decir que la culpa fue del otro perro, o que vino a atacar al mio… Pero en la mayoría de las ocasiones es probable que nuestro perro sea el principal responsable del comienzo de la pelea.

Para evitar estas situaciones desagradables te daremos unos sencillos consejos que debes realizar. Por lo que continua leyendo y verás como este post te hará sorprenderte.

    Tipos de peleas
    Qué no debéis hacer para evitar las peleas
    Como solucionar las peleas

Tipos de peleas

Para comenzar te diremos que es muy importante saber elegir a nuestra mascota. Hay diferentes tipos de peleas entre perros, las territoriales, por ejemplo, pueden concluir rápidamente ya que si se expulsa al perro que invade el terreno. Uno de los ejemplos más comunes es que tu mascota, en este caso el perro, se cuele en el jardín del vecino y el perro lo expulsa de su territorio. Otro tipo de peleas suelen ser sexuales, es decir, hay una perra en celo y los machos en este caso compiten para ganarse a dicha hembra. Otro tipo de peleas pueden surgir son por jerarquía, siempre se dan donde conviven dos perros o más, para determinar el lugar que ocupa cada uno en la manada. Estas son peligrosas y frecuentes con individuos del mismo sexo, pero esto no quiere decir que no haya una pelea de este tipo entre un macho y una hembra.

Qué no debéis hacer para evitar las peleas

Vosotros como dueño, debéis detectar cuando vuestro perro está por comenzar una pelea por lo que debes frenarlo rápidamente, ya que cuanto más avanza en su objetivo, más excitado estará y en un umbral alto es mucho más complicado dominarlo. Es totalmente inútil excitarse o gritar ya que el perro cuando se pone en estado de pelea no escucha nada, ni nuestras palabras. Una equivocación que se suele producir es tratar de ponerse en medio o tratar de coger a perro del collar, este está intentando salvar su vida y en ese momento puede que no os pueda reconocer y podría llegar a atacaros. ¡Cuidado con eso! Incluso, si tu perro es pequeño no le cojas en brazos, ya que el otro perro que participa en la pelea puede atacaros.

Como solucionar las peleas

Lo que resulta útil en estos casos es disciplinar a vuestro perro ante cualquier intento de agresión, el otro perro observará que tenemos la situación controlada y se calmará. No debes tomar como algo divertido que tu perro ladre a otros perros a través de las rejas, puertas,… porque en algún momento llegarán a encontrarse y estallará la pelea.

A la hora de pasear con el perro este sólo debe estar atento a nosotros, ante cualquier distracción lo corregimos con un tirón en la correa y luego aflojamos. Si continúa sin hacernos caso, lo frenamos sentándole, luego cuando se calme volvemos a proseguir nuestro camino.

Cómo no adiestrar a nuestras mascotas

Hay una regla básica en cuanto a la forma de educar a nuestras mascotas, evitar el castigo negativo que infunda el miedo.  En muchos hogares la premisa básica para adiestrar a las mascotas es usar elementos que susciten en el animal sentimientos desesperados de miedo y horror.

Curiosamente los perros son muy sensibles a ciertos sonidos y ciertas posturas. Algunas personas, sobre todo los niños, descubren algo que atemoriza a su perro y lo usan hasta casi crear un trauma.  Lo que para muchos es un juego, para el es un horror.

Si se descubre que un silbato, una pequeña corneta o el ruido de un papel de periódico lo espanta, muchos optan por usarlo como castigo cuando su mascota hace algo mal. Esto es un grave error. De esta forma nuestra mascota más que interpretar que lo castigamos, interpreta que lo queremos intimidar y lo peor es que no entenderá por qué.

Un simple “NO” rotundo y firme basta  para hacerle saber que su conducta no es adecuada. También podemos juntar los 5 dedos y darle   un suave toque en el lomo, simulando una pequeña e indolora mordida a la misma vez que decimos “NO”. Si tratamos de adiestrar a nuestro perro con el método de infundir miedo es probable que cuando crezca tengamos que lidiar con problemas mayores que van desde un perro desequilibrado con una conducta ansiosa a un perro agresivo que reacciona ante el mínimo estímulo de amenaza.

19 noviembre 2012

Los bozales para perros

Dentro del mundo del adiestramiento canino existen múltiples corrientes de opinión y métodos. En los últimos años se ha consolidado el llamado adiestramiento positivo o cliker que se basa en premiar al animal cuando hace una acción correcta e ignorarlo cuando no se comporta como nosotros esperamos.

Gracias a este método de trabajo podemos encontrar a perros que bailan junto a sus dueños y obedecen cualquier tipo de orden.

Partiendo de que el castigo físico debe estar completamente censurado, el uso de los bozales puede hacerse necesario en casos de coprofagia o si el animal ha presentado alguna actitud violenta. Además, según la normativa vigente en el caso de las razas potencialmente peligrosas su uso es obligatorio para salir a la calle, según refleja la ley estatal de 2002. Asimismo, puede haber ordenanzas municipales que extiendan su obligatoriedad a otras razas o animales.

La utilidad de los bozales

Tradicionalmente, se ha ligado el bozal con los animales agresivos o con un temperamento fuerte que eran capaces de morder a otros animales u otras personas. Actualmente, el bozal puede tener múltiples utilidades, aunque, según Yolanda Blanco, adiestradora, “para modificar una conducta jamás lo utilizaría, ya que sólo es un parche. Lo ideal es enseñar al perro a dejar de hacerlo, evitar que lo haga no elimina el problema”.

En determinadas situaciones la adiestradora se muestra partidaria de su uso, “para dar un paseo tranquilamente y, por supuesto, para evitar que el perro agreda a alguien”. Del mismo modo, podemos utilizarlo a modo de castigo quitándole libertad, puesto que el bozal estresa mucho a los perros, no les gusta nada y es una buena forma de reprender al animal sin usar el castigo físico.

Las razones para usar bozal

Cristina López, veterinaria de la Clínica A Marosa, enumera las razones por la que los dueños se deciden a usarlo:

- Agresividad del animal: la forma de acabar con este problema es corregir conductas y adiestrar adecuadamente al can. Además, a veces el bozal refuerza las conductas de ataque.
- Coprofagia: el bozal está contraindicado, puesto que este comportamiento es el resultado de situaciones de ansiedad o de una dieta insuficiente, por lo que hay que saber la causa y tratarla.
- Evitar la ingestión de cuerpos extraños o comida del suelo: con el bozal sólo solucionamos pasajeramente este problema, pero la verdadera solución es contactar con un adiestrador.
- Adiestramiento del animal: hay bozales que se usan para educar y corregir algunas conductas indeseadas. - - Son conocidos como Haltie o cabezada de caballo y cuando se tira de él obliga al animal a mirar al suelo corrigiendo su conducta.
- En el veterinario: algunos ejemplares llegan a la consulta muy nerviosos, por lo que el bozal puede ser necesario para evitar mordiscos tanto al veterinario como a los propios dueños.

¿Cuál es el bozal más adecuado?

En primer lugar, tenemos los dos bozales clásicos: el regulable y el de tipo canastilla. Los primeros son muy seguros, aunque terriblemente incómodos para el animal. No son recomendables en caso de animales agresivos puesto que no cierran completamente la boca y pueden pellizcar con los dientes. Por su parte, los de canastilla son un poco menos incómodos por que el animal puede abrir la boca en su interior. En los últimos años, se están lanzando al mercado bozales de cuero que se adaptan a la forma del cráneo de cada raza.

Salir a pasear con un perro que no para de tirar de la correa puede convertirse en una experiencia desagradable para el dueño o incluso peligrosa dependiendo del carácter y tamaño del mismo. Para erradicar esta dificultad muchos adiestradores apuestan por los bozales de tipo Haltie. Yolanda Blanco, opina que este tipo de bozal “no nos ayuda a acabar con el problema, porque no enseña al perro a no estirar sino que le es físicamente imposible hacerlo”. El bozal puede ofrecernos una solución pasajera, pero tenemos que recordar que para acabar con estos comportamientos indeseados debemos educar correctamente a nuestra mascota.

Mi perro ladra muchísimo ¿Qué puedo hacer?

Controlar los ladridos de nuestro perro es una parte muy importante de nuestra responsabilidad como dueño. Ya que los ladridos excesivos pueden resultarnos molestos, no sólo a nosotros, si no también al vecino.
A continuación os daremos la explicación del por qué tu perro ladra constantemente.

Controlar los ladridos del perro es una parte vital en nuestra responsabilidad como dueño. Al fin y al cabo, los ladridos de nuestra mascota pueden resultarnos molestos a nosotros y a nuestro vecinos. Por eso te damos unos simples consejos, en las situaciones más habituales, para que puedas ayudar a tu mascota y así que deje de ladrar.

Por qué hacen tanto ruido

El primer paso para solucionar un problema de estas características es el entender por qué ladra el perro. Algunas perros ladran porque quieren hacerte saber algo. O puede que tengan hambre, quieren jugar o que simplemente tienen sed. Si se pasa de los límites razonables, debemos enseñarle otras maneras de atraer la atención, como darle la pata o esperar cerca de la puerta o incluso del bol de comida.

A la hora de jugar

Muchos perros comienzan a ladrar cuando ven a otros perros, para invitar a estos a jugar con ellos. Esto es muy normal, pero tu eres el que decides la cantidad de ladridos que son aceptables, y hacer callar al perro antes de que empiece a jugar.

Cuando está sólo en casa

Si tu perro se queda sólo, puede ladrar. Intenta dejar puesta la radio o tv para proporcionarle algún ruido humano que le resulte familiar. Además puedes darle algunos juguetes que requieran un trabajo y atención adicional para mantenerlo ocupado mientras estás fuera de casa.

Una gran manera de reducir la ansiedad de tu perro, es darle una vieja prenda de ropa sin lavar o algo que contenga un fuerte olor a la familia. En cuanto vuelvas, juega con el perro y haz ejercicio con él. El perro le habrá echado de menos y no hay mejor manera de restablecer el vínculo que realizando ejercicio.

Las intoxicaciones más frecuentes

Las intoxicaciones son de carácter urgente y requieren de una visita inmediata al veterinario. Suelen producirse por la ingesta de productos no adecuados por parte de nuestras mascotas que provocan una grave reacción el en organismo de éste que debe ser atendida de inmediato ya que puede causar graves daños en su organismo e incluso la muerte. Veamos con qué productos suelen intoxicarse las mascotas con más frecuencia.

Productos de limpieza: Lejía, productos que previenen la aparición de cal, limpiacristales, etc. Son productos fáciles de encontrar en cualquier lugar y que por seguridad deben mantenerse fuera del alcance de los niños y las mascotas.

Desinfectantes sanitarios: Se produce porque algunas mascotas acostumbran a beber el agua de la vasija que en muchas ocasiones estará mezclado con productos desinfectantes. Debemos enseñarle a nuestra mascota dónde está su agua y mantener siempre su bebedero lleno.

Jabones y detergentes: La intoxicación puede producirse por vía oral o por el contacto directo con la piel, es decir, vía tópica.

Bolas de naftalina: Estas bolas se usan para mantener a raya a las polillas y en muchos casos acaban en la boca de nuestra mascota.

Ambientadores: Muy comunes en todos los hogares y altamente peligrosos. Hay que evitar además rociar los ambientadores sobre la comida o agua de nuestras mascotas.

Bolsitas de gel de sílice: Suelen usarse para captar la humedad y las solemos encontrar en las cajas de los productos que compramos como zapatos, bolsos, etc. Debemos mantenerlos fuera del alcance de niños y mascotas.

12 noviembre 2012

Como evitar que nuestro perro tire de la correa

Si tiene un perro de tamaño mediano o grande que tira como un desesperado de la correa, planteese como objetivo lograr que camine a su lado.

Es muy peligroso que tiren con fuerza. La manera de lograrlo es pararse en seco cuando comience a tirar y negarse a avanzar hasta que se relaje. Conviene premiarle, aunque sólo sea con caricias y halagos, mientras ande tranquilo al lado.

Es cuestión de paciencia y perseverancia. No obstante, en caso de que no haya forma, no acuda nunca a los viejos collares de castigo. Existe un ingenio llamado halty, heredero de los cabezales que emplean los caballos, que no le causará el menos daño y que le impedirá tirar como un desesperado, ya que la resistencia se ejerce con la cabeza y no con el cuello, que el animal tiene mucho más fuerte.

Mi gato me muerde cuando lo intento acariciar

En algunas ocasiones tu gato se puede mostrar agresivo de vez en cuando, ya que este te hace marcas de arañazos y mordiscos en los brazos cuando le intentas acariciar. Se trata de un problema frecuente en los gatos. Incluso puede llegar el caso de que tu gato demande caricias, subiéndose a tu regazo para que lo acaricies, y al cabo del rato, te muerde o te da un zarpazo.

En otros post te hemos explicado como puedes evitar que tu gato cace a otros animales. A continuación te explicamos el por qué muerde tu gato cuando le acaricias y los remedios que puedes utilizar para evitarlo.

Los etólogos, que son los especialistas en los comportamientos animales, creen que se trata de un tipo de agresividad asertiva, es decir, por dominar. Por lo que el gato, como animal dominante, quiere hacerse dueño tanto del momento en el cual le empiecen a hacer caricias, como en el momento en el que el dueño debe dejar de dárselas.

Antes de dar el mordisco o el zarpazo, en la mayoría de los casos, el gato te avisa que se está terminando su paciencia. Puedes notarle tenso, con las orejas aplastadas, la cola dando sacudidas… Por lo que debes de ser capaz de reconocer estos signos para dar tratamiento al problema.

Que podemos hacer para corregir esta conducta inadecuada

Primero debes intentar evitar a toda costa la situación en la que el gato se pueda mostrar agresivo. Si tu gato es de los que se sube al regazo y ni siquiera admite una caricia, debes actuar de la siguiente manera:

Siempre observándolo con cuidado, sin demostrar que tienes miedo o estás nervioso, levántate para que el gato se caiga y así lo conseguirás echar de tu regazo. No lo empujes ya que podría interpretarlo como un desafío y enfadarse mucho más. Al cabo del tiempo, cuando tu gato esté más relajado, podéis hablarle con suavidad e incluso darle un premio.

Recuerda que con esto, estás reforzando las conductas adecuadas e ignorando las conductas inadecuadas del gato, lo que llevará a desaparecer en un tiempo.

Que podéis utilizar de premio

Lo más efectivo en cuanto a premios, es la comida. Puedes utilizar algo que vuestro gato le encante. En trozos pequeñitos, para que no se aburra y controlando la cantidad de comida de su dieta habitual para que incluso tenga un poquito de hambre y sea un poco más fácil educarlo.

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