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29 septiembre 2010

Cada cuánto bañar a un perro

Tener un perro implica una responsabilidad a la hora de cuidarlo. No es sólo darle de comer, sacarlo a hacer sus necesidades y jugar un rato con él sino que, además, también requiere que se le mantenga limpio y cuando el perro lleva un tiempo en casa, con el día a día, aunque salga poco y no se manche, también necesita de un baño (ellos mismos te lo piden cuando quieren uno mediante su comportamiento, generalmente cuando empiezan a rascarse demasiado).

Es por eso que uno puede pensar que se puede bañar a un perro siempre que se quiera pero en realidad no es así. No es bueno bañarlo a menudo porque entonces perjudicamos su cuero cabelludo (es decir, su pelo) y también la piel. Si es cierto que los perros huelen después de tres o cuatro días de lavados y más si encima les ha llovido pero no sería adecuado, como muchos hacen, bañar al perro una vez a la semana.

El periodo mínimo que ha de transcurrir entre baño y baño es de cuatro semanas. En ese tiempo puede haber pasado algo que haga que tengamos que bañarlo, es inevitable si hablamos de animales, pero por lo general, deberíamos esperar un mes para darle otro baño.

¿Qué hacer entonces con el olor? Pues para eso están las colonias y perfumes para perros (nunca las de humanos porque el alcohol que contienen podría quemar el pelo del perro). Y, si no, un poco de ambientador por la casa (si le cae al perro no pasa nada) que también ayuda.

Salud y cuidados del perro Alaskan Malamute

Es importante en los primeros meses de este perro sociabilizarle correctamente, para que pueda convivir perfectamente con otros perros y personas. Pose una naturaleza independiente y es un animal que exige mucha obediencia, es inteligente y afectuoso, pero necesita de compañía constante y ejercicio diario.

El Alaskan Malamute no padece el frío, pero sufre mucho con la humedad, necesita un cuidado constante de su pelo y especialmente de sus uñas, ya que si no reliza mucho ejercicio, se deberán de controlar periódicamente. En climas calurosos, se debe poner especial cuidado, que no se fatigue con el calor y vigilar su piel, ya que suele cubrirse de eczemas peligrosos. Un baño mensual será suficiente, lo más recomendable es un cepillado frecuente, como mínimo tres ocuatro veces por semana

El lugar ideal para esta raza de perro es una casa con jardín, donde pueda moverse a sus anchas, ya que un apartamento no es aconsejable para este perro, ya que necesita de ejercicio constante

Suele sufrir de displasias de cadera, afecciones oculares como el glaucoma, condrodisplasias -deformaciones de las extremidades anteriores-, coat funk- enfermedad hereditaria, en el que el pelo de guarda se vuelve seco, quebradizo y se cae, comenzando por la zona del cuello y extendiéndose por el resto del cuerpo-.

También suele padecer de torsión de estómago, polineuropatía hereditaria -falta de coordinación e inestabilidad del tren trasero-, hipotiroidismo y dermatosis por falta de zinc.

Mejores perros para niños

Tener una mascota es una idea más que buena, sobre todo cuando en la familia hay niños pequeños. Los perros son ideales para estar con los más chicos, porque se divierten, sirven como compañía y como sumos protectores. Aquí les dejamos un listado de razas caninas que tienen mucha química con los niños.

Labrador: Está en su naturaleza ser cariñoso, sobre todo con los pequeños. Son muy juguetones y protectores.

Boxer: Es un perro divertido y siempre dispuesto a jugar. Cuando son cachorros se sienten bien acompañados por los niños.

Golden Retriever: Son canes ideales para los pequeños. Alegres, divertidos y muy sentimentales.

Basset Hound: Otro perro ideal para hacer de compañía a los niños. Por su cara parecen tristes o desanimados, pero están llenos de energía.

Newfoundland: Es una raza muy bondadosa y protectora de los más pequeños. El pelaje es muy bonito aunque hay que tener cuidado de que no provoque alergias en los niños.

Pug: Son divertidos, compañeros y muy graciosos. Es una raza muy conocida gracias a la película Hombres de Negro, donde Frank (un alien) aparecía encarnado en este tipo de perro.

Beagle: Es un perro que no ofrece otra cosa más que amor. Es compañero y muy protector con los niños de la casa.

Whippet: Si tienen niños muy activos en la casa y necesitan a un perro con el que juegue, ésta es su mejor opción. Es una raza llena de energía y con un carisma muy divertido.

Collie: ¿Quién no recuerda a la inolvidable Lassie? Esta raza es muy amable y protectora de los más pequeños.

Setter irlandés: Al igual que los Collies y los Newfoundland tienen un pelaje hermoso y son perros muy amables.

26 septiembre 2010

Evitar el sedentarismo en perros

Hoy en día nos enteramos de muchos casos de obesidad canina, que se debe fundamentalmente por el sedentarismo y una alimentación inadecuada, factores que influyen negativamente en la calidad de vida de nuestra mascota y seguramente en el número de años que nuestro perro pueda vivir. El sedentarismo es un factor de riesgo ante enfermedades cardiovasculares y se debe evitar en todo momento.

Un caso claro de sedentarismo es cuando nuestra mascota se pasa todo el día tumbado en la cesta y tan sólo se mueve para ir a comer o para hacer sus necesidades. El sueño debe influir positivamente en promover el ejercicio en su mascota, para que ésta pueda tener una vida mucho más saludable y en ningún momento tenga un peso mayor del debido para su edad y para su raza.

Cuando el sedentarismo se prolonga en el tiempo, el perro se acostumbra a no hacer actividad alguna y sus músculos comienzan a atrofiarse, además de posible deterioro del corazón del perro y de otros órganos fundamentales para la vida. La vida sedentaria no es buena para ningún animal, pero mucho menos para un perro, porque puede subir de peso rápidamente.

El ejercicio diario y una alimentación equilibrada son dos factores muy buenos para mantener a tu perro en forma y en su perro correcto. Es fundamental promover el ejercicio en nuestra mascota y hacer que haga ejercicio todos los días, juegue, salte y demás actividades que puedan implicar una movilidad del animal, que es lo que se pretende.

Gatos que viven en apartamentos

Aunque los felinos se adaptan muy bien a diferentes ambientes y pueden criarse sin problemas en espacios reducidos como los de un apartamento, algunos cuidados resultan esenciales para garantizarles una excelente calidad de vida.

Ejemplos claros son la alimentación y el juego: las necesidades nutricionales de un gato que practica poco ejercicio físico no son las mismas que las de otro felino más activo. Sin embargo, la vida en un apartamento no es una excusa para el sedentarismo, y es fundamental que la mascota tenga a su disposición juegos y estímulos constantes, así se evita el sobrepeso y otros problemas de salud.

Otro punto muy importante es evitar las caídas desde ventanas y otros accidentes domésticos, desafortunadamente son muy frecuentes entre las mascotas que viven en apartamentos. La medida más sencilla -y la más efectiva- es recubrir con una malla todas las ventanas a las que el gato pueda acceder.

A su vez, los cuidados con la desparasitación y vacunación de estos gatos son los mismos que con los demás: aunque tu gatito jamás salga de casa tiene la misma propensión a contraer enfermedades que las mascotas que viven en contacto con otros animales.

¿Más de una mascota en un apartamento? Algunos gatos se sienten bien siendo los “reyes de la casa”, mientras que otros sufren la soledad. Si ya tienes un gatito y planeas adoptar a otro animal -sea felino o no- observa su comportamiento, así evitarás posibles problemas de adaptación con la nueva mascota.

La tos en los perros

La llamada “tos de las perreras”, cuyo nombre es Traqueobronquitis Infecciosa Canina, es una enfermedad aguda, muy, pero muy contagiosa, localizada en las vías aéreas, que no afecta a otros animales, como los gatos.

La tos en los perros la produce, uno o varios agentes patógenos, el adenovirus canino tipo 2, el virus de la parainfluenza, y Bodetella bronchiseptica, también pueden estar otros microorganismos patógenos secundarios.

Por lo general el animal se enferma cuando ha estado en contacto con otro perro enfermo. La enfermedad se caracteriza por una tos muy intensa, que aumenta cuando el animal se excita, hace ejercicios, cuando la correa aprieta el cuello, o cuando se le toca la traquea.

La tos va acompañada de arcadas y con descarga nasal, después de una o dos semanas desaparece.

En los cachorros, los perros inmunodeprimidos o con alguna otra patología, o que esté incubando alguna otra enfermedad, puede ser grave y desarrollar neumonía, vómitos, anorexia, diarreas, convulsiones, en los casos que el perro está fuerte no lo afecta mayormente.

Es bueno realizar exámenes clínicos, pruebas sanguíneas, radiografías de tórax, y otras, si el médico veterinario las cree conveniente. A veces el veterinario recomienda antibióticos, también hay vacunas que se pueden administrar en forma inyectable o por vía intranasales. Las vacunas vivas modificadas, son eficaces en casi todos los perros, contra el adenovirus canino tipo 2, contra el virus de la parainfluenza y contra la bacteria Bordetella bronchiseptica. Los cachorros pequeños deben ser vacunados cada 2 o 4 semanas porque los anticuerpos de la madre interfieren con la respuesta de la vacuna.

23 septiembre 2010

El efecto del estrés sobre las mascotas

El organismo normalmente está preparado para adaptarse a situaciones estresantes de forma temporaria. Ahora, cuando se prolonga a lo largo del tiempo, comienzan a notarse ciertos efectos del estrés sobre el organismo y, sobre todo, en los cambios comportamentales de nuestras mascotas.

Muchos de estos cambios están relacionados con una inestabilidad emocional generada por la frustración en ese organismo, promoviendo la presentación de una patología que llamamos ansiedad.

Recordemos que la definición de comportamiento es la capacidad de adaptación de un organismo al entorno en el cual vive. Cuando hay cambios en el entorno durante períodos prolongados, se producen situaciones emocionales conflictivas con aumento de ansiedad o tensión, debido a la frustración generada por la ausencia de experiencias físicas, sociales, etc.

Es muy frecuente la aparición de signos comportamentales de ansiedad en perros que han vivido durante cierto tiempo una rutina determinada (perros callejeros) y, repentinamente, se cambia dicha rutina a un entorno poco estimulante (ambiente doméstico). Otros casos incluyen a perros que pasan de compartir casi todo con sus propietarios a ser confinados a un jardín o, inclusive, a estar atados a una cadena durante cierto tiempo o permanentemente.

Estos signos pueden incluir: ladrido excesivo, autolamido, conducta destructiva, excavado de pozos, orinar y/o defecar en lugares inadecuados, hiperactividad, lamido de objetos, succión de tejidos, llegando incluso a la automutilación y a la presentación de estereotipias (caminar sin sentido de un lado al otro de una reja) en casos avanzados.

Otra causa de presentación se produce en el caso de animales con escaso o nulo contacto social con animales de su misma especie o de otras especies.

En el caso de los gatos, los ambientes hogareños con pocos estímulos y la falta de juego interactivo pueden provocar esta anomalía.

La forma de corregir estos trastornos es, principalmente, identificar la posible causa y tomar las medidas adecuadas a cada caso en particular.
Algunas recomendaciones

En el caso de perros, disfrutar de paseos controlados incorporando el uso del collar y la correa, evitando que nuestro perro tome el control de dicho paseo. Esto se logra haciendo que la mascota entre en el estado emocional adecuado antes de salir a pasear y no una vez que ya tiene colocada la correa.

En el caso de gatos, enriquecer el ambiente, esto es nuestra casa, con estantes, repisas, cajones, etc. donde nuestro felino pueda escalar y esconderse a su voluntad.

También existen medicamentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo y a corregir ciertos disturbios orgánicos que pueden ser la base de este tipo de trastornos.

Lógicamente, siempre debemos recurrir a nuestro médico veterinario de confianza para que realice primero una evaluación clínica, para luego, en caso de necesidad, realizar la derivación correspondiente al médico veterinario especializado en comportamiento de su confianza.

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