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22 junio 2011

Cómo evitar un cachorro mordedor

Las mascotas son seres que aprenden y desde muy temprana edad necesitan comenzar con su adiestramiento, del mismo modo que en la especie humana el aprendizaje comienza en la familia, en este caso dentro de su camada, y es la madre la encargada de suministrarle los primeros conocimientos para sobrevivir.

A este tipo de lecciones se debe sumar el esfuerzo de los dueños para que el cachorro aprenda hábitos y buenas costumbres, como por ejemplo: donde es el baño, a qué horas son las comidas, la hora del juego, cómo comportarse cuando los sacan a pasear o cómo lidiar con un extraño, entre otras cosas.

Actualmente son muy comunes las noticias de que algún perro ataca a una persona, este tipo de comportamientos se generan a causa de una separación muy temprana de la madre, puesto que es ella la primera en enseñarle las nociones de inhibición de mordida, por eso es importante que el cachorro permanezca en su camada 8 semanas mínimo después de su nacimiento.

Todos los perros tienen la necesidad de morder, generalmente para obtener una posición en la manada, es un comportamiento normal que está presente desde su nacimiento; en ese momento es visto como juegos entre los hermanos y es la madre quien se encarga intervenir cuando estos juegos suben de tono; a veces mediante un gruñido o un pequeño destello de dientes, acción que no deber ser interpretada como agresiva. Es como cuando le regañan a un niño en un tono alto por haber hecho alguna travesura.

Si el cachorro ha permanecido con su madre el tiempo necesario nosotros, como dueños, no debemos descuidar el entrenamiento, hay que continuarlo. Por ejemplo, algunas medidas que debemos tomar son:

· No permitir que el perro nos muerda dedos de las manos o de los pues, en caso lo haga habrá que detener el juego y regañarlo. Hay que entender que para el cachorro si lo dejamos que nos muerda le estaremos diciendo que él está un nivel superior a nosotros en la manada y perderemos su respeto.

· Tampoco nos vayamos al extremo de castigarlo porque puede interpretarlos como un juego, en este caso hay que estar al pendiente con los niños, quienes no entienden el comportamiento del can y continúan el juego a pesar de las actitudes de mordida del perro. En estas situaciones es preferible detener el juego y darle un juguete al perro.

· Otro punto es dejar que nuestro perro se relacione con otros perros.

· También hay que asesorarnos de la raza y sus características, recordemos que así como las personas no todos los perros son iguales, cada raza tiene rasgos de personalidad diferenciados.

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