Los humanos somos bastante complicados, según parece. Claro que no tanto si profundizamos el análisis. Siempre que hablamos de perros decimos que son animales sociales que se mueven en ese entorno en base a jerarquías, y nosotros hacemos lo mismo. Mostrar que somos ejemplares dominantes en la escala, ser un macho o una hembra alfa, requiere de demostrarlo.
En el caso de los humanos esa demostración no pasa por tener más fuerza. Muchas veces pasa por tener más cosas, sobre todo cosas lujosas. El criterio de lujo es algo variable, pero es otro tema.
Y hasta mascotas de lujo existen, que nos definen como personas más sofisticadas. Reconozco que suena bastante tonto, pero es así. Los mastines tibetanos se han puesto de moda en el país que más consume lujo: China.
Son animales hermosos de alto costo y alto mantenimiento. De gran porte (pesan más de 80 kilos) y un carácter sumamente leal, el precio de un buen ejemplar puede ascender a cifras ridículas. Claro que hay quien las pague.