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15 marzo 2013

Cómo alimentar a un cachorro huérfano

Lamentablemente, hay muchos cachorros que por dificultades en el parto, la no producción de leche, el abandono, etc. no pueden ser alimentados por la madre y esto marcará la diferencia respecto a cachorros que sí pueden ser alimentados por la madre. El calostro, es decir, la leche de los primeros días que no es propiamente leche, sino una medicina natural que segrega el cuerpo de la madre (también en los humanos), es la responsable de dotar al cachorro de todas las defensas que necesita para inmunizarse ante enfermedades. Los cachorros que no reciben esta medicina natural serán más propensos a contraer enfermedad o a luchar contra ellas, pero no hay que preocuparse, porque afortunadamente, siempre hay personas que ayudarán a estos cachorros huérfanos a sobrevivir.

Si tú eres propietario de un cachorro huérfano, debes seguir una serie de medidas alimenticias, higiénicas y de cuidados que serán fundamentales para el desarrollo y crecimiento del cachorro.

Debes cumplir con una serie de pautas para que el cachorro huérfano tenga posibilidades de crecer sano:

Acondiciona una caja con una mantita, en un lugar en el que no haya corrientes de aire y si puedes pon una manta eléctrica que le de calor, o en su lugar, una botella con agua caliente envuelta en un trapo para que el cachorro sienta calor. Es importante que la temperatura donde esté el cachorro esté entre los 32 y los 34 grados durante la primera semana, y ve reduciendo 3 grados a medida que pasen las semanas, hasta que cumpla el mes, donde no necesitará más que la mantita y el calor de su cuerpo para poder descansar (a no ser que la temperatura de la habitación sea fría y húmeda).

Estimula con un algodón humedecido los genitales del cachorro para que pueda miccionar y defecar. Esta tarea la llevaría a cabo la madre lamiendo estas zonas, pero siendo huérfano, con ayuda del algodón, estimula estas zonas para que pueda llevarse a cabo esta función. Piensa que los intestinos y la vejiga no funcionan por sí solas, de ahí que tengas que ayudarle a que hagan su función. Hazlo antes y después de darle de comer.

Limpia concienzudamente las necesidades del cachorro. Como podrás observar, no controla sus esfínteres.

Su madre haría este trabajo, pero te va a tocar a ti. Hazte con toallitas húmedas e intenta darles un toque de calor antes de ponerlas en contacto con la piel del cachorro. Un cambio drástico de temperatura podría provocarle una neumonía.

Controla sus esfínteres. Como siempre la observación es la mejor aliada: la caca debe ser de un color marrón claro a castaño oscuro. Si observas que es verde indica que hay una infección, por lo que deberías llevarlo al veterinario, y si hay demasiada evacuación indica que la forma con la que lo alimentas no es la adecuada puesto que no absorbe en su intestino los nutrientes, expulsándolos al exterior. Si la caca es de consistencia demasiada dura debes alimentarlo con más frecuencia sin aumentar la cantidad, porque un exceso de comida puede causarle hinchazón, gases, regurgitación, etc.

Aísla al cachorro de otros animales que puedan transmitirle alguna enfermedad. Hasta la primera vacuna, es recomendable que no tenga contacto con suelos sucios u otros animales.

Es muy importante la rutina a la hora de darle de comer. Como he comentado, el calostro es fundamental al menos las primeras doce horas de vida, así como conseguir en la farmacia una jeringa, gotero o mamadera.

La mayoría de propietarios ignoran el daño que puede llegar a hacer dar leche de vaca a un cachorro.

Incluso reducida en agua. Es una leche que no metabolizan correctamente, por lo que, rechaza esta práctica y en farmacia consigue leche artificial para cachorros, ya que contiene todo lo que el cachorro necesita para crecer sano.

Sigue las indicaciones de las cantidades según peso que indica el envase, y procura seguir una rutina de horarios diaria según el tiempo del cachorro: si tiene entre 2 y 3 días de vida, debe comer cada 2 horas.

Para el resto de la primera semana, debe comer cada 3 horas durante el día, la segunda semana debe comer cada 4 horas durante el día con una toma durante la noche. La tercera semana, debe empezar a comer solo en un cuenco o plato plano 3 veces al día pero se debe seguir alimentando con mamadera.

Es importante que, como pasa en los bebés humanos, eructen tras cada toma, para evitar cólicos y gases.

Para ello sostenlo derecho sobre ti y golpéale suavemente en la espalda.

Como ves, es toda una aventura, pero una aventura increíble e inolvidable. Aunque el cachorro de menos de 5 días es un ser muy delicado que tiene pocas esperanzas de vida sin su madre, existe la posibilidad de llevar al cachorro adelante con tu ayuda, ahora bien, si supera la semana de vida es muy probable que con los cuidados correspondientes el cachorrito se desarrolle y crezca sin problemas.

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