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07 marzo 2013

Cómo evitar que el cachorro coma con ansia

Hay cachorros a los que les cuesta comer y hay cachorros que se les va la vida comiendo. Hay cachorros que comen, pero también hay cachorros que engullen. Hoy quiero tratar el tema del cachorro que come con ansiedad, que apenas mastica la comida y que, por consiguiente, sufre problemas digestivos como gases o problemas de evacuación como estreñimiento.

Es muy común que los perros coman rápido casi sin respirar. Esto es instintivo y viene dado por el hecho de vivir en manada y comer lo más rápido posible la presa para comer más cantidad y evitar que el resto de la manada acabe antes con la presa. Ahora bien, debes corregir esta conducta lo antes posible para evitar problemas tan graves como la torsión estomacal que puede acabar con su vida.

El sistema digestivo de los perros es diferente al humano, de hecho, su esófago puede dilatarse hasta 5 veces su tamaño para dejar paso a la comida (esto no sucede con nosotros los humanos que moriríamos por atragantamiento) y además su estómago cuenta con unos potentes jugos gástricos que deshacen la comida rápidamente.

Pero para evitar los molestos gases, una torsión estomacal mortal, indigestión, vómitos o atragantamientos, te recomiendo que sigas estas pautas:

Adquiere un cuenco para perros ansiosos con la comida, existen, y se trata de cuencos de plástico en cuyo interior se encuentran una serie de resaltos a modo de barreras. Esto obliga al perro a no comer de una tirada sino a conseguir la comida poco a poco. Puedes encontrarlo en tu tienda online de perros.

Otro truco, si no quieres adquirir un cuenco, es no darle la comida en un cuenco o en un recipiente cerrado, sino sobre una superficie plana, de forma que tendrá que cazar el alimento seco.

Muchas veces, la ansiedad por la comida viene dada por el estrés del cachorro. Procura aportarle el ejercicio físico suficiente y liberarlo de la ansiedad, para que puede llevar una vida más equilibrada.

Cumple con el horario de las tomas: tres veces al día para cachorros menores de 6 meses y dos tomas diarias a partir de los 6 meses. Cumple con el horario a rajatabla porque el reloj biológico de un cachorro no entiende de impuntualidad.

Ya ves que son trucos muy sencillos de aplicar, así que por la salud de tu cachorro, no esperes mucho a ponerlos en práctica.

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