Ansiedad por separación en gatos

Aunque muchos piensan que los gatos al ser más independientes no necesitan tanto de nuestra compañía, la verdad es que aunque en menor medida, los felinos también presentan problemas de comportamiento siendo uno de ellos el de ansiedad por separación.

¿Cómo podemos detectar que nuestro gato está sufriendo un problema de ansiedad?

Lo primero es analizar su forma de actuar, frente a este trastorno es común que los felinos persigan a sus dueños por todos lados; no demuestre más afecto del normal cada vez que nos ve regresar a casa; comienza a orinar en lugares prohibidos como en nuestras pertenencias, nuestra ropa o los muebles de casa; maullar excesivamente; cuando regresamos a casa notamos que ha destruido objeto o ha arañado los muebles de una forma en que no tiene costumbre; y, también, suelen perder apetito y ganas de jugar.

¿Cómo ayudarlo?

Si nuestro gato tiene alguno o todos estos síntomas, no debemos dudar en que esté pasando por una etapa de ansiedad de separación y lo recomendable es que lo llevemos al veterinario pues la mayoría de los casos esta situación se supera con alguna medicación (actualmente se están usando las flores de Bach de forma efectiva para solucionar este tipo de trastorno en mascotas).

Si vemos que aparte del problema de ansiedad por separación nuestro gato presenta otros problemas conductuales, debemos llevarlo al veterinario para que este determine qué tipo de terapia va a necesitar. (A veces hay señales más conductuales y físicas como el tragar lana u otros objetos, vómitos, diarrea, muda incrementada de pelaje, caminar de un lado al otro de forma ansiosa y conducta agresiva con otras mascotas y personas).

Además, si nuestro gato aún es pequeño lo que debemos hacer es hacerlo pasar por un adecuado proceso de sociabilización y no sobreprotegerlos a fin de que sepan adaptarse a otros espacios distintos al hogar y a otras personas por si los vamos a dejar bajo el cuidado de algún familiar o amigo.

Lo importante es hacer a nuestro gato un ser autónomo que no dependa de nosotros. Es ideal acondicionarlo a sentirse acompañado dejando la radio o el televisor prendidos, dejándolo tener acceso a una ventana para que pueda mirar la calle y a las personas a fin de no sentirse aburrido y pueda distraerse y dejarle con varios juguetes para que se entretenga.

Cuando retornemos a casa nunca lo acariciemos mucho porque eso lo sobreexcitará en vez de ayudarle a controlar su estrés.