Por muchos es sabido que en Navidad es cuando más se suele regalar una mascota como regalo. Los Reyes Magos y Papá Noel a veces nos dejan bajo el árbol un cachorro, un gatito o alguna mascota porque nos hemos portado bien y quieren darnos un premio, algo que quizás habíamos estado esperando durante mucho tiempo.
Sin embargo, a pesar de que los Reyes y Papá Noel lo hacen con buena intención, la mascota puede crecer y ya no es la linda mascota de antes que metías en cualquier parte sino que tiene sus necesidades, que es adulto y que también necesita cosas. Por eso, cuando crecen, sobre todo cuando nos vamos de vacaciones, esos perros, gatos, y mascotas en general, que se regalan para que uno sea responsable, se acaban abandonando en cualquier parte, o como sumo en las asociaciones de animales para que se ocupen otros de ellas.
¿Eso es buen comportamiento? Sin duda no, una mascota no es algo con lo que puedas disfrutar los primeros meses y después desecharla como si fuera un trapo viejo porque ya no te divierte o te estorba. Por eso, si estás pensando en regalar esta Navidad una mascota, y como ves te aviso con tiempo, piensa bien lo que vas a hacer y lo que será después de ella porque una mascota no dura unos meses, dura unos años, y si la crías desde pequeño, a quien más va a querer va a ser a ti. ¿O te hubiera gustado que tus padres, después de tenerte durante 3-4 años, te hubieran abandonado porque se han cansado de ti?